La iglesia católica ha decidido admitir en bloque a "numerosos" grupos de anglicanos procedentes de distintas partes del mundo que han manifestado su deseo de entrar "en plena y visible comunión" con Roma, según anunció ayer el Vaticano.

En todo caso, el prefecto de la Congregación para la doctrina de la Fe, el cardenal William Joseph Levada, precisó que estas nuevas instrucciones no representan "en ningún modo una disminución" del "compromiso ecuménico" con la parte de la comunidad anglicana que no pasará a formar parte de la Iglesia católica. Para ello, la Santa Sede ha preparado una constitución apostólica que será publicada en las próximas semanas y en la que el Papa introduce "una nueva estructura canónica" que prevé la admisión "corporativa" de estos fieles.

Ésta se realizará a través de la institución de "ordinariatos personales", los cuales "permitirán a estos fieles, hasta ahora anglicanos, entrar en plena comunión con la Iglesia católica y conservar al mismo tiempo elementos del específico patrimonio espiritual y litúrgico anglicano", según explica la Santa Sede.

Este importante documento, que inicialmente tenía que haberse publicado ayer, será hecho público "dentro de algunas semanas" debido a los trabajos de traducción, que todavía no han sido completados, según detalló el cardenal Levada.

Con esta constitución apostólica aseguró que se ha intentado "responder de modo unitario y equitativo a las peticiones para una plena unión que nos han presentado numerosos fieles, hasta ahora anglicanos, procedentes de distintas partes del mundo".

En concreto, se trata de entre 30 y 50 obispos y "centenares de fieles" que ya han manifestado su deseo de entrar a formar parte de la Iglesia católica, explicaron Levada y el secretario de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, monseñor Joseph Augustine Di Noia.

"La vigilancia y guía pastoral" de estas comunidades será confiada a un ordinariato personal, cuyo superior será habitualmente nominado por el clero hasta ahora anglicano.

Sacerdotes casados

En cuanto a la situación de los sacerdotes anglicanos, el Vaticano permitirá a los que estén casados seguir siendo curas e incluso permitirá la ordenación como sacerdotes católicos de los seminaristas hasta ahora anglicanos que también estén casados. Sin embargo, después de la ordenación, no se podrán casar, tal y como prevé la tradición católica. Por su parte, los obispos anglicanos casados pasarán a ser sacerdotes, mientras que sólo podrán permanecer obispos los que sean célibes.

Levada admitió que la Iglesia anglicana está atravesando un período "de dificultad" aunque insistió en que estas nuevas instrucciones no representan "en ningún modo una disminución" del "compromiso ecuménico" con la parte de la comunidad anglicana que no pasará a formar parte de la Iglesia católica.

Preguntado sobre si la decisión de facilitar las cosas a los anglicanos que se quieran convertir podría debilitar todavía más a las comunidades anglicanas, el purpurado prefirió no contestar.