El escritor y diplomático español José María Ridao fue el encargado de abrir las jornadas. Licenciado en Derecho y Filogía árabe desde 2004 a 2006 desempeñó el cargo de embajador de España ante la Unesco.

-Le ha tocado abrir las jornadas y lo hace con la ponencia “El problema religioso en España”. ¿Por qué problema?

-Con este título lo que pretendía era mostrar que en realidad estamos ante un problema político que es como articular por un lado el tener un credo religioso u otro, y por otro lado, como articular unas instituciones que garanticen esas libertades. Por eso la expresión ya clásica del problema religioso en España creo que nos invita a subrayar este aspecto: no es un problema religioso, en realidad es un problema político.

-¿Al que la sociedad da mucha o poca importancia?

-Yo creo que darle más importancia de la que tiene sería falsear la realidad en el sentido de que hasta el siglo XIX-principios del XX, la Iglesia tenía un poder real. En estos momentos el que tiene ganado el terreno es el espacio político, el espacio de la ciudadanía, pero eso no debe llamar a confundir con el espacio de la exclusión del credo religioso. El espacio de la ciudadanía es el espacio del que también quiera tener un credo religioso. En ese sentido cuando se hacen discursos alarmistas sobre el papel de la Iglesia en España hay que subrayar esto, podrá gustar más o menos lo que dice, pero no podemos concederle la creencia de que tienen un poder que hoy, por fortuna, ya no es lo que fue cuando un pecado era además delito.

-¿Ve usted todavía interés en la Iglesia en decidir cuestiones de Estado?

-El problema esencial es que la jerarquía católica se ha replegado sobre las posiciones más tradicionalistas y no se conforma con un espacio de libertad para desarrollar su creencia sino que espera dar forma a una moral del Estado.

-Cualquier problema aquí no sería comparable con el mundo islamista, donde se mata en nombre de Dios...

-Merecería una reflexión. No sé si efectivamente podemos considerar que el terrorismo yihadista es cometido en nombre del Islam. Yo creo que utiliza el Islam como coartada para asesinar. Otra cosa es cuál es el problema que se plantea en los países árabes. No es que el credo mayoritario sea el musulmán, es que la mayoría de los países están gobernados por dictaduras.