La fundación Right Livelihood Award otorgó ayer en Estocolmo el denominado Nobel Alternativo al congolés René Ngongo, el neozelandés Alyn Ware, la etíope Catherine Hamlin y el canadiense David Suzuki, que se llevó el premio honorífico. El jurado reconoció la lucha por la protección de los bosques de Ngongo, el compromiso para promover la paz y contra las armas nucleares de Ware, el trabajo sanitario de Hamlin y la defensa del uso responsable de la ciencia de Suzuki.

Ngongo, Ware y Hamlin se llevarán cada uno los 50.000 euros del premio, que distingue la labor social de personas e instituciones de todo el mundo y es considerado la antesala del Nobel de la Paz. A Ngongo se le reconoce su "coraje confrontando a las fuerzas que están destruyendo la selva del Congo y construyendo apoyo político para su conservación y uso sostenible" a través de OCEAN, organización que fundó en 1994.

El neozelandés Ware ha sido premiado por abogar "de forma efectiva y creativa e impulsar iniciativas durante más de dos décadas para promover la educación pacífica y librar al mundo de armas nucleares".

En el caso de Catherine Hamlin el jurado premia su medio siglo "dedicado a tratar a pacientes de fístula obstétrica, restaurando de este modo la salud, esperanza y dignidad de miles de las mujeres africanas más pobres". De origen australiano, Hamlin llegó a Etiopía en 1959 para trabajar como ginecóloga y obstetra en un hospital de Addis Abeba, donde impulsó un tratamiento pionero de la fístula obstétrica.

El premio "honorario" ha distinguido a David Suzuki por su "defensa de la responsabilidad social del uso de la ciencia y su contribución masiva a extender el conocimiento de los peligros del cambio climático e impulsar el apoyo público a las políticas que lo reconocen". A través de sus libros y programas de televisión Suzuki ha alertado sobre los peligros del cambio climático y los riesgos de la biotecnología.