El primatólogo Jordi Sabater Pi, fallecido ayer en Barcelona a los 87 años, era uno de los grandes científicos catalanes de más proyección internacional en el campo de la etología, aunque siempre será recordado como el descubridor de "Copito de nieve", el único gorila albino conocido.

El hallazgo de este gorila, convertido en símbolo de la ciudad de Barcelona durante años, dejó en un segundo plazo su ingente trabajo de investigación en el campo de la conducta animal y, en concreto, de los primates, aunque también de los anfibios y de algunas aves africanas.

Considerado como una de las personalidades más relevantes de la universidad española, Sabater Pi fue un autodidacta que alcanzó el reconocimiento académico en la madurez de su vida.

Nacido en Barcelona el 2 de agosto de 1923, fue enviado en 1940 por su familia a la isla de Fernando Poo a trabajar como capataz en las plantaciones, un viaje que fue crucial en el desarrollo de su trayectoria profesional, ya que le permitió estudiar el comportamiento y las costumbres de los indígenas así como las características de diversas especies de animales autóctonos, poco conocidos en la época.

Cuando en 1958 el Ayuntamiento de Barcelona fundó el Centro de Adaptación y Experimentación Zoológica de Ikunde, situado en Bata (Guinea Ecuatorial), delegó en Sabater Pi las tareas de investigación.

Su trabajo de investigación, que plasmó en una amplia colección de libretas de campo y dibujos de gran calidad artística y diversos artículos científicos publicados en revistas de renombre internacional, despertaron el interés de los expertos de la Universidad Tulane de Nueva Orleans, que entre los años 1966 y 1968 le contrató como investigador.

Fue el año 1966 cuando unos indígenas llevaron al Centro de Ikunde a "Copito de nieve" en muy mal estado de salud y Jordi Sabater Pi lo acogió y facilitó su recuperación y, una vez estuvo en buenas condiciones, lo envió al parque Zoológico de Barcelona.

Esta adquisición dio la vuelta al mundo y prestigio universal al zoo barcelonés, donde vivió el famoso gorila albino hasta su fallecimiento el año 2003.

Tras la independencia de Guinea en 1969, y con los primeros brotes antiespañoles durante la dictadura de Macias, Sabater volvió a Barcelona, donde trabajó como conservador del departamento de primates y del terrario del zoo de Barcelona hasta 1985.

En 1972 colaboró con la famosa zoóloga Dian Fossey en sus estudios sobre primates en Rwanda, donde estudió a los gorilas de la montaña gracias a una beca de la Nacional Geographic Society.

Obtuvo la licenciatura en psicología a los 54 años y el doctorado a los 63, con una calificación de sobresaliente por unanimidad con sendos premios extraordinarios y consiguió la cátedra de Psicobiología a los 65 años.

Su actividad científica continuó en 1989 cuando, con un grupo de científicos de la Universidad de Barcelona, realizó un estudio en el Zaire del chimpancé pigmeo, la especie más parecida al hombre desde un punto de vista evolutivo y del comportamiento.

En abril de 1991, el etólogo barcelonés fue galardonado con el Premio Fundación Catalana para la investigación a propuesta del Departamento de Psiquiatría y Psicobiología de la Facultad de Psicología de la Universidad de Barcelona.

Fue investido doctor "honoris causa" por la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) el 4 de junio de 1993, si bien el mundo científico ya había reconocido con anterioridad su contribución a la consolidación de la etología, de la que "ha sido su introductor y más destacado exponente en el ámbito científico y académico español", según recordó su padrino de investidura, Amalio Blanco, decano de la facultad de Psicología de la UAM.

El año 2000 donó a la Universidad de Barcelona su archivo personal, compuesto por más de 2.000 de sus espléndidos dibujos, acuarelas y apuntes al natural de animales en movimiento, vegetación o rostros humanos, además de 4.500 fotografías, 1.500 diapositivas y diversos vídeos y objetos etnológicos procedentes de África.