Más de cien años antes de que en España se aprobase el matrimonio civil entre personas del mismo sexo, dos maestras gallegas, Marcela Gracia Íbeas y Elisa Sánchez Lóriga, contrajeron matrimonio por la iglesia. Fue el 8 de junio de 1901, en la parroquia de San Jorge (A Coruña), aunque para conseguir su propósito, Elisa tuvo que adoptar una identidad masculina. Para conseguir la documentación que la identificaría como Mario, la maestra se bautizó en esa misma iglesia el 26 de mayo. Trece días después, Marcela y Elisa –convertida ya en Mario Sánchez Lóriga– celebraban el enlace, convirtiéndose así en el primer matrimonio gay de España.

Marcela y Elisa consiguieron engañar a todos, incluso a sus familiares y amigos, que asistieron a la ceremonia convencidos de que Elisa era, efectivamente, un hombre. Pero la pareja comete un error: regresar a Dumbría, donde Marcela ejerce como maestra, con su verdadera identidad, lo que sacude las conciencias moralistas de la época y la atípica boda salta a la prensa, primero a la local, y después a la nacional y a la internacional. La instantánea de la boda, de Sellier, un fotógrafo francés afincado en A Coruña, se convierte en el elemento del deseo de las incipientes revistas ilustradas y de los lectores. "Nuevo Mundo", que competía con "Blanco y Negro", consigue hacerse con ella y vende 19.000 ejemplares en tan sólo dos días.

Inmediatamente se abren procesos judiciales, eclesiásticos y académicos contra las maestras. El juez de A Coruña dicta una orden de busca y captura, por lo que tienen que huir a Portugal, y Marcela es separada de la docencia por "abandono de destino" –Elisa no ejercía en aquellos momentos– y ya en Oporto, Elisa falsifica la carta de residencia para convertirse en Pepe.

El 16 de agosto son detenidas por la policía lusa atendiendo la solicitud de extradición que firma el capitán de la Guardia Civil de Vigo, Salvador Millán. Sin embargo, el país vecino se niega a extraditarlas hasta que no sean juzgadas por los delitos que se les imputan en Portugal (falsificación de documentos). Cuando son absueltas por falta de pruebas, y para eludir la extradición, huyen de nuevo, esta vez a Argentina. Lo hacen con una niña, que Elisa dio a luz la noche de Reyes de 1902. En Buenos Aires trabajan en el servicio doméstico, lo que no les permite vivir juntas, por lo que en 1904, Elisa –ahora María– se casa con un hombre mayor, probablemente esperando enviudar pronto y poder reanudar la convivencia con Marcela, pero su marido la denuncia por no consumar el matrimonio y por intento de homicidio. A partir de aquí, se les pierde la pista.

El catedrático de Teoría e Historia de la Educación Narciso de Gabriel recupera la historia de la que la prensa de la época bautizó como "La boda sin hombre" y detalla los distintos procesos que se llevaron a cabo contra las maestras a través de la documentación existente, e interpreta esta relación desde el hermafroditismo, el travestismo, el lesbianismo y el feminismo en "Elisa e Marcela. Alén dos homes" (NigraTrea).