Hablar un nivel medio de inglés, tener un título oficial que acredite la profesión y gozar de buena salud son los requisitos fundamentales para poder trabajar en un gran crucero o en yates de lujo. La gerente de Steiner –grupo al que pertenecen barcos como el Celebrity Constellation o el Independence of the Seas, que estos días atracaron en el puerto de Vigo– Roksolana de Luna visitó ayer por primera vez la ciudad olívica para captar nuevas personas para un trabajo en el que el intercambio cultural está garantizado.

“Aunque la crisis económica también nos está afectando y la situación no se vive igual que hace cinco años, en los cruceros todavía es posible encontrar trabajo”, afirma Roksolana de Luna, que pasó por una academia de peluquería de la ciudad y otra de Cangas para informar a los alumnos “de que trabajar en el mar es una posibilidad real y no un imaginario, aunque también es bueno advertirles de que es muy diferente trabajar en tierra firme y en el mar”.

Pero además es importante motivarlos “para que sigan estudiando” y formándose. La gerente de Steiner aconseja “acudir primero a un curso o un trabajo en el extranjero para familiarizarse con el idioma, y después incorporarse a nuestra empresa”, apunta.

Los ‘spa’ y todo lo que tenga que ver con el bienestar físico son las principales vacantes para un trabajo ‘flotante’ en el que no hay límite de edad. Peluqueros, masajistas, acupunturistas, fisioterapeutas o esteticiens son algunas de las profesiones más demandadas por esta empresa, cuyo primer contrato es de nueve meses.

En cuanto al salario, el trabajador no dispone de un sueldo fijo. Este se fija en comisiones y propinas y puede alcanzar los 2.000 euros al mes. “Ahorrar es posible porque no tienes que pagar ni comida, ni luz, ni agua y está libre de impuestos”, explica. “Se gana en función de lo que se trabaja, por eso si un día te lo tomas de relax y te vas a la piscina, no ganas nada”, añade.

Así, para De Luna las personas dispuestas a sumergirse en este nuevo mundo “tienen que tener ganas de trabajar, ser curiosos y estar dispuestos a estar lejos de su casa y conocer culturas nuevas”.

Entre 200 y 300 españoles trabajan para los grandes cruceros y yates de Steiner, que viajan por todo el mundo. Las principales pruebas de selección las realizan en ciudades como Barcelona, Madrid, Málaga o Valencia cada tres meses.

Actualmente la empresa se encuentra inmersa en la temporada de cruceros por el Mediterráneo. “Se valora mucho que se sepa hablar inglés, pero en este caso si además se habla español, mucho mejor”, relata Roksolana de Luna.

Grandes cambios

¿Cómo es la vida en el mar? “Es genial, muy divertida”, señala la gerente de Steiner. “Por lo que he podido comprobar en la gente, regresas con cambios, más disciplinario y mucho más humano. Además, ves que el mundo no es tan grande como pensamos y lo más enriquecedor es conocer a gente de diferentes países e intercambiar culturas”, dice.

En su primera visita a Vigo, Roksolana de Luna ha mostrado interés por esta zona. “España es muy grande, por eso nunca había estado aquí. En un futuro me gustaría que la zona de Galicia estuviese más informada, ya que recalan grandes barcos de nuestra compañía”, admite.