La tradicional "prueba del alumbrao" ha abierto esta medianoche oficialmente la 162 edición de la Feria de Abril de Sevilla con el encendido de las 214.750 bombillas distribuidas por el recinto, lo que da paso a siete días de fiesta marcados este año por concentrar dos festivos (martes y viernes). Con un tiempo algo fresco pero sin lluvia, que los pronósticos apuntan que no aparecerá en toda la semana, decenas de miles de personas se han congregado ante la portada del Real de la Feria para contemplar a las 00.00 horas el encendido de las casi 15.000 lámparas y farolillos que iluminan sus quince calles, todas con nombres de toreros ilustres.

Como es habitual, el alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, acompañado por miembros de la Corporación municipal, accionó el mecanismo que encendió la portada -que representa este año la pañoleta de una caseta y los arcos de la plaza de toros de la Maestranza- y todo el recinto ferial. Con la actuación de la Banda Municipal y del grupo Los cantores de Híspalis, el alumbrado ha tenido lugar tras el tradicional "pescaíto" en las casetas y le ha seguido el júbilo y las ganas de feria de miles de sevillanos y de numerosos turistas congregados en el recinto del barrio de Los Remedios, al que, como novedad, se puede acceder este año en el metro, inaugurado a comienzos de este mes en la capital andaluza.

Por segundo año, y en la conocida también como la "feria de la crisis", el Ayuntamiento ha impulsado un ahorro energético del 17,5 por ciento al haber sustituido 70.000 bombillas de 25 vatios por otras de 15 vatios, con lo que hay en total 161.100 luminarias de bajo consumo y 53.650 tradicionales, en concreto en la portada -de 40 metros de altura y 193 toneladas de peso- y los paseos centrales.

La portada incluye alusiones al centenario de la Asociación de la Prensa de Sevilla y el recinto donde se desarrolla esta fiesta universal ocupa un millón de metros cuadrados: 450.000 corresponden al Real; 200.000 a la zona de atracciones, la conocida como "Calle del Infierno"; y el resto a áreas de servicios y aparcamientos.

Las 1.047 casetas que existen, cifra condicionada por la falta de espacio, pues en lista de espera hay 1.200 peticiones para hacerse con una caseta, formarán hasta el próximo domingo una ciudad efímera, casi paralela y autónoma, con todos sus servicios (sanitarios, seguridad, bomberos o limpieza, entre otros).

Aunque muchos sevillanos ya han disfrutado en sus casetas este fin de semana, dando los últimos retoques o de fiesta con amigos y familiares, el alumbrado marca el inicio oficial de la Feria, para la que los hoteleros y el Ayuntamiento esperan que se supere el 71% de ocupación ya reservado entre las 20.000 plazas existentes.

Esta edición de la Feria, cuya demanda eléctrica equivale a la de un municipio de más de 40.000 habitantes, coincide, como ha ocurrido en años anteriores, con el Puente del Primero de Mayo, por lo que la ciudad prevé recibir a multitud de turistas, que disfrutarán junto a los sevillanos de estampas clásicas de esta fiesta como el paseo de caballos, el baile por sevillanas o el colorido en todo el Real. Desde mañana se podrá disfrutar del paseo de caballos, que el Ayuntamiento ha vuelto a regular para que los carruajes no colapsen el recinto, con el acceso cada día de 700 de los 1.400 coches de caballo con permiso, que rotarán según tengan matrícula par o impar.

Para garantizar la seguridad, unas 5.000 personas, entre agentes de los cuerpos policiales, bomberos, personal sanitario, Protección Civil y empleados municipales, trabajarán en un plan especial que coordina el Ayuntamiento.

La Feria de Sevilla nació con un decreto de la Reina Isabel II del 5 de marzo de 1847 y comenzó como una feria de ganado de tres días creada por dos concejales: el catalán Narciso Bonaplata y el vasco José María Ybarra, en la que se montaban los corrales que luego evolucionarían hasta las actuales casetas.