Ya a las ocho de la mañana, una hora antes de que comenzara esta jornada que se ha prolongado hasta las dos de la tarde, los ciudadanos hacían cola para acceder a esos tesoros y dependencias a las que ni siquiera los investigadores acreditados tienen acceso, como el Depósito General.

Entre los madrugadores se encontraba un grupo de ciegos de la ONCE que han disfrutado de una visita en la que se ha incluido un grabado de la Capilla Sixtina en braille. "Nuestros compañeros del departamento de Bellas Artes en cuanto se han enterado que venía este grupo han sacado la obra para que pudieran disfrutar de ella", comentó a Efe Milagros del Corral, directora de la Biblioteca Nacional.

Ciento cincuenta voluntarios, entre bibliotecarios y personal de seguridad y limpieza, han colaborado en la organización de una jornada que año tras año despierta más interés y en la que durante una hora han podido descubrir estancias como la sala del Patronato, con mobiliario del Palacio de Godoy, o el Salón General de Lectura.

Cada departamento selecciona para cada edición una serie de piezas representativas de los fondos que conserva la Biblioteca Nacional. Así, se ha podido contemplar una de las obras características de la alta Edad Media española, los "Comentarios al Apocalipsis de San Juan", de Beato de Liébana, o el "Libro de horas" de Leonor de la Vega.

Un grabado de Ribera, un dibujo de Fortuny o una foto de Laurent figuran en un recorrido en el que el fondo cartográfico tiene gran importancia con un mapa de España del siglo XVII y dos atlas.

Números de "El Mercurio Histórico y Político" o de "La Gaceta de Madrid", del siglo XVII se exhiben junto a "El Censor" y una curiosa revista de carácter taurino.

Visitantes de todas las edades, grupos familiares, mujeres embarazadas, bebes en carrito y también investigadores y profesores, muchos de ellos llegados de fuera de Madrid, han podido contemplar también las piezas seleccionadas por el departamento de música, entre ellas, un rollo de pianola, un disco de pizarra, un disco de cartón del Ariston y los soportes más antiguos de música, de la que se ha disfrutado durante la visita a este espacio.

Además de la visita y contemplación de valiosas piezas, los ciudadanos han escuchado las explicaciones sobre las funciones de la Biblioteca Nacional, su historia y otros datos.

"Poder compartir con personas que no son usuarios de la Biblioteca Nacional nuestra pasión por el trabajo que hacemos y la posibilidad de contemplar piezas de la colección que sino no verían así como escuchar en vivo y en directo las explicaciones de las personas que trabajan en los diferentes departamentos" son claves del éxito de esta jornada, en opinión de Milagros del Corral.

Orgullosa de la respuesta ciudadana a una convocatoria que puede celebrarse gracias a la colaboración de los voluntarios que con una organización férrea coordinan las visitas, la directora destacó el nivel de compromiso de los bibliotecarios y su creencia en el proyecto. "Me siento muy orgullosa -dijo- de la respuesta de la gente, ya que es más duro y menos atractivo visitar una biblioteca que un museo".

Sobre ello, Ana Santos, directora cultural de la Biblioteca Nacional, recordó que la institución tiene programadas visitas guiadas dos días a la semana "pero a pesar de ello esta jornada despierta mucha espectación. A la gente le atrae el poder pasar los muros y conocer lo que nadie ve, incluso ni los investigadores".

En la celebración del Día Internacional por el Fin de la Malaria, al finalizar el recorrido muchos de los visitantes se han acercado a la exposición "Malaria", un repaso histórico a la lucha contra una enfermedad que provoca el fallecimiento de una persona en el mundo cada 40 segundos y que se podrá contemplar en la Biblioteca Nacional hasta el 7 de junio.