Galicia cuenta desde ayer con un nuevo bien de interés cultural (BIC): el Pazo de Meirás, ubicado en Sada (A Coruña). La que fue la residencia veraniega de Franco se abrirá al público al menos cuatro días al mes después de que el Gobierno gallego lo aprobara por decreto. La familia del caudillo, propietaria del inmueble del siglo XIX y estilo neomedieval, entreabre así sus puertas a pesar de las alegaciones presentadas para evitarlo.

Cultura se ha basado en que la Torre de Meirás "destaca tanto por su singularidad como por la significación cultural y simbólica que adquirió con el paso del tiempo" y ha señalado que "ninguno de los edificios de estilo similar iguala al de Meirás en dimensiones, en contexto histórico, en coherencia conceptual y en calidad formal".

En agosto de este año comenzaron los trámites para la declaración como BIC de este espacio, que recibió 105 alegaciones de los vecinos y de Carmen Franco Polo -donde exponían que el Pazo de Meirás "no cuenta con valor suficiente" para lograr la citada declaración-, pero que finalmente no fueron estimadas.

Emilio Pérez Touriño, presidente de la Xunta, explicó que la declaración como BIC con la categoría de sitio histórico supone otorgar al Pazo de Meirás el "mayor grado de protección" que existe en la comunidad gallega.

Por su parte, el alcalde de Sada, el nacionalista Abel López Soto, calificó este acuerdo del Consello de la Xunta como "un paso muy importante y fundamental que la ciudadanía pueda acceder a él" y sostuvo que será un "atractivo turístico más" para visitar este municipio coruñés.

La Comisión pola Recuperación da Memoria Histórica de A Coruña considera la declaración del Pazo de Meirás como BIC una "buena noticia", aunque la califican de "victoria parcial, porque queda ganar la batalla más importante, la devolución del inmueble al patrimonio público". Manuel Mongue, presidente de la asociación, anunció que tienen previsto organizar visitas guiadas para el público en los días en que el edificio permanezca abierto.

El pazo pertenecía a la escritora gallega Emilia Pardo Bazán -quien más tarde lo donaría a la Compañía de Jesús- y fue construido cuando ésta ya era una conocida escritora de gran trascendencia, lo que convierte al inmueble en un lugar íntimamente ligado a la cultura gallega. Las tres torres fueron levantadas entre 1893 y 1907.

Las autoridades franquistas coruñesas decidieron posteriormente ofrecer el Pazo a Francisco Franco como residencia veraniega, y con el fin de acondicionarlo se constituyó una comisión encargada de recaudar el dinero necesario para ello.

La familia Franco, además de abrir el edifico al público, deberá pedir una autorización a Patrimonio para cualquier intervención que desee realizar en el inmueble y tendrá que garantizar que esté cuidado y preservado. Entrará en vigor a partir de la publicación del decreto en el Diario Oficial de Galicia.