El ministro declaró a la agencia oficial Andina que la acción del narcotráfico tiene un impacto "muy fuerte" en el medio ambiente, ya que promueve la invasión de áreas protegidas y destruye bosques para destinar terreno al cultivo ilegal de la hoja de coca.

"El narcotráfico ubica el cultivo de la hoja coca en zonas muy apartadas. Se estima que esta actividad ha destruido cerca de dos millones de hectáreas de bosques", señaló.

"Se han destruido bosques en San Martín, Huanuco, partes del VRAE, Ayacucho, Cusco, Junín, en la zona de Satipo y también en algunas zonas de cabeceras de cuenca en la selva de Puno y Madre de Dios", precisó.

Brack dijo que el narcotráfico también impacta en la naturaleza al arrojar a los cursos de agua los restos de los precursores químicos con que se producen las drogas.

El ministro precisó que su despacho colaborará para la recuperación de los bosques en las zonas donde ya se ha desalojado a los narcotraficantes.

"Podemos ayudar a recuperar bosques y mejorar los sistemas ambientales en la zonas de narcotráfico, una vez pacificadas", subrayó, y puso de ejemplo la localidad selvática de Juanjuí, que antes se dedicaba al cultivo de la coca y en la actualidad planta cacao y otros productos de exportación