"Mi arte respeta el medio ambiente", señala a Efe en una entrevista la irreverente Ju (Chongqing, 1973), que añade que la pintura y la escultura necesitan de materiales muy costosos, ocupan demasiado espacio y no son reciclables. La idea surgió porque "los vegetales son más baratos".

"Están muy cercanos a nuestra vida cotidiana, son más fáciles para la creación, se pueden transformar fácilmente en otra cosa. Y cuando termino de trabajar, me los como. Es divertido", añade.

Su joven talento, lleno de creatividad y surrealismo, no le teme a nada, ya que en su serie "El Museo Vegetal", revisa obras de arte del tamaño de "Los fusilamientos del 3 de mayo" (1814), de Francisco de Goya, con cebolletas, calabazas, jícaros, malanga, coles y brécoles.

"La de Goya es la última que hice, no conocía bien el original.

Creo que es una historia muy dura. Pero mi intención, al igual que con las otras obras, es mostrarla con una mirada optimista. El arte tiene que caminar sobre el cadáver de lo antiguo y mirar hacia adelante", explica la artista.

En otra composición digital, "El nacimiento del rábano", la Venus de Sandro Botticelli (1485) emerge de entre las coles convertida en eso, un flamante rábano.

La técnica de Ju es meticulosa. Primero selecciona la obra entre sus clásicos preferidos, y luego piensa qué vegetales son los más idóneos para reproducirla. Componer un solo personaje hasta lograr la mayor similitud y fotografiarlo le puede llevar un par de días.

La manipulación digital de la obra final, mucho más tiempo.

"Es un trabajo que sólo podría hacer una mujer, para un hombre es demasiado minucioso", indica divertida, y a continuación aclara su actitud como mujer china: "A las mujeres les atrae demasiado la belleza de lo dramático, la pena, para atraer la compasión... Yo no quiero ser así, mi visión es optimista".

Los ingredientes de la "Mona Tofu", versión vegetal de la Mona Lisa de Leonardo da Vinci (1506), son los de una popular sopa china: tofu, algas marinas, col y patata.

Aunque Ju escoge sus vegetales según colores, formas y texturas, en este caso dice que pensó en la expresión china "comer tofu", uno de cuyos significados tiene relación con el sexo oral, porque "la Mona Lisa es muy guapa, los hombres la desean".

La agresiva y calculada pincelada de Vincent van Gogh se materializa en el autorretrato versionado por Ju en cebolletas y puerros, mientras que "El grito" (1893), de Edward Munch, es un boniato asombrado.

La artista saca de contexto a los vegetales y les da una nueva vida, una visión lúdica del arte que arranca desde los Dadaístas y que popularizó Andy Warhol, como Ju subraya, y para el que ha dedicado una "Col Monroe" en honor a su famosa pieza de 1967.

Ju nació en Chongqing, en el suroeste de China, y se graduó en la Escuela de Bellas Artes de Sichuan. A continuación estudió diseño y empezó a trabajar en una firma de vídeo juegos, donde, según asegura, se le acentuó la vena juguetona que da vida a sus fotocomposiciones.

Como parte de la generación de la reforma económica china, Ju ha sido testigo del paso de una sociedad agrícola a otra digital en menos de tres décadas, elementos que combina en su obra.

Poco se imaginaba Pablo Picasso que su obra "El sueño" (1932) acabaría convertida en la foto de un amasijo de tofu, tomates, guindillas, cebolla y jamón colgada de la pared de la Paris-Beijing Photo Gallery, en el distrito pequinés de arte contemporáneo de Dazhanzi.