El príncipe, que se dice descendiente directo de Luis XIV, argumenta su defensa en base al "derecho inmemorial" de "todo miembro de la especie humana" al "respeto de sus antepasados".

Charles-Emmanuel de Bourbon-Parme considera que debería poder vivir sin que se profane a sus ancestros y que se debe poder acceder al patrimonio del Palacio situado a las afueras de París sin "obligación pornográfica", según describe la obra del cotizado artista neo-pop considerado como el rey del Kitsch.

Intenta evitar, dice el demandante en un comunicado, que se prolongue la exposición desde el pasado 15 de diciembre hasta el próximo 4 de enero, después de que más de medio millón de personas la hayan visitado desde su apertura el pasado 10 de septiembre.

El Palacio, cuya construcción fue ordenada por Luis XIV en 1661 y que la Unesco incluyó en su lista de Patrimonio de la Humanidad en 1979, incluye un complejo de jardines y edificios entre los que se cuentan el Gran Trianón y el Pequeño Trianón.