La mitad de los jóvenes gallegos admite que le resultaría “fácil” conseguir droga en el colegio, en el instituto o en la facultad donde estudian, poniendo así en entredicho la eficacia del plan de vigilancia policial que lleva a cabo la Delegación del Gobierno en el entorno de los centros educativos. Éste es uno de los resultados del informe “Xuventude Galega 2007”,elaborado por el Observatorio Galego da Xuventude, un estudio que además constata que fiestas,discotecas y locales de ocio continúan siendo los lugares más propicios para acceder a sustancias estupefacientes.

Según este informe, el 48,2% de los jóvenes pontevedreses de entre 15 y 29 años considera que comprar droga en los alrededores de colegios, de los institutos e incluso de las facultades es sencillo,un porcentaje que en el caso de los hombres se eleva al 50,8% y que,entre las mujeres,se sitúa en el 42,4%. La opinión de los jóvenes de las otras tres provincias gallegas es bastante similar.

De hecho, el 38,8% de los lucenses, el 41,8% de los ourensanos y el 48,6% de los coruñeses de la franja de edad consultada están “más bien de acuerdo” con que hacerse con droga en los centros de estudio es“pan comido”.

Sin embargo, la mayoría reconoce que las sustancias estupefacientes son mucho más accesibles en fiestas, discotecas y locales de ocio, e incluso en su propio entorno habitual, que en el ámbito escolar.

Al menos esto es lo que opinan ocho de cada diez jóvenes encuestados (concretamente, el 85,7%).

Además, siete de cada diez (71,1%) reconocen que no les resultaría difícil coquetear con las drogas en el entorno donde viven. Según este estudio, uno de cada tres adolescentes de la comunidad cree que fumar cannabis de forma ocasional es “inofensivo”, frente al 52% que vierte la misma opinión sobre el consumo esporádico de alcohol.

Además, un p o r c e n t a j e considerable de jóvenes gallegos, concretamente el 60,15%, considera que la adicción al tabaco puede facilitar el acceso al consumo de otras drogas (cabe entender que se refieren, fundamentalmente, a los porros),y un 42,02% (algo más de dos de cada cinco), sostiene que el consumo de alcohol tiene el mismo efecto.

Este último aspecto, sin embargo, sí parece preocupar algo más a los jóvenes, puesto que cuatro de cada cinco se muestran partidarios de que los controles de alcoholemia a los conductores también incluyan el del consumo de drogas.