Niños que no aceptan la autoridad porque sus padres pertenecen a la "generación obediente" y padres que convierten a sus hijos en víctimas del síndrome de alienación parental cuando, tras el divorcio, el progenitor que se queda con la custodia convierte a los menores en enemigos del otro. Esos son los principales protagonistas de "Tenemos que hablar: cómo evitar los daños del divorcio", el último libro del psicólogo José Manuel Aguilar, que participó ayer en Santiago en el I Congreso Multidisciplinar sobre Interferencias Parentales tras la Ruptura de la Pareja.

-Cada vez se ve más el síndrome de alienación parental.

-Siempre ha existido, pero ahora se ha popularizado porque se ha aceptado su existencia. Contribuyó la publicación de mi libro y el que los divorcios se han vuelto muy contenciosos.

-¿En qué porcentaje de divorcios se produce este síndrome?

-En torno a un tercio de los contenciosos se habla de este síndrome, donde los niños son usados y puestos en contra del progenitor que no vive con ellos, aunque se manifiesta en distintos grados, según el tiempo: leve, moderado y severo.

-Los niños son un arma.

-Sí. Lo peor es que al principio se usan como armas y luego pasan a ser infantería, contribuyen a la campaña de denigración contra el otro progenitor porque toman partido. Si los vemos ya de adultos, y en España ya los hay, en esta gente se da un sentimiento de culpa, de engaño, de hipervigilancia, de descreimiento del sistema, con cuadros ansioso-depresivos.

-¿Reproducirán el mismo esquema que vivieron?

-Es posible, porque aprendemos mucho por imitación. No obstante, pueden optar por un rechazo total a ese modelo o también temer vincularse e ir de flor en flor pero tropezando con una barrera invisible si su pareja les pide más compromiso.

-Comenta que algunos niños incluso muestran síntomas físicos ante esta presión...

-Hay somatizaciones, como dolores de cabeza, de barriga. Cuando son pequeños su manera de comunicarse es somatizar. De hecho, empecé a descubrir este síndrome de alienación parental cuando los pediatras me llamaron al ver a niños enfermos sin causa.

-Pero no tiene consecuencias penales para los padres...

-Generalmente, no. En el caso extremo se le puede quitar la custodia, pero son casos anecdóticos en comparación con la proporción en que debería ser.

-Usted aboga por lo idóneo de la custodia compartida.

-Es lo mejor para todos, porque los niños se adaptan mejor, ya que es el sistema más parecido a antes del divorcio y porque es la principal medida de conciliación de la vida familiar y laboral para la mujer.

-Critica que se le dé la custodia a la madre por sistema.

-Sí, porque se hace automáticamente y además es una condena a los roles de siempre y además con sanción judicial.

-¿Habría que reformar la Ley del Divorcio?

-Sí, habría que separar la custodia de los bienes materiales y fomentar la corresponsabilidad parental.

-Menciona que se han multiplicado las denuncias de abusos sexuales y maltrato falsas.

-En España las cifras son escandalosas. Entre el 60 y el 80% de las denuncias de abusos sexuales en el ámbito de los divorcios contenciosos son falsas.