El abeto fue encendido en una tarde lluviosa y desapacible en medio de cantos austríacos y con la presencia de numerosos romanos y austríacos venidos para la ocasión.

Se trata de un abeto rojo de 120 años y 33 metros de altura, lo que le convierte en el árbol más alto hasta ahora colocado en la plaza de San Pedro junto al Belén.

Ha sido decorado con unas 2.000 bolas amarillas y blancas y coronado con una gran estrella.

El abeto ha sido colocado junto al obelisco que se alza en el centro de la plaza y al lado del tradicional portal de Belén que ya se está construyendo, y que será inaugurado en la noche del 24 de diciembre próximo

El árbol fue entregado oficialmente ayer al papa Benedicto XVI, quien afirmó que el abeto navideño con su forma recortada hacia el cielo, su verde, sus ramas y sus luces es un "símbolo de vida".

Una vez que concluyan las fiestas, el abeto será usado para fabricar con su madera juguetes para niños, así como bancos de parques y de escuelas, en la línea ecologista que predica Benedicto XVI.

Además de este abeto, Baja Austria también ha regalado al Vaticano unos 40 abetos más pequeños que decorarán el Apartamento del Papa, el Aula Pablo VI, la Sala Clementina y otras estancias vaticanas.