El Festival de Música de Vigo, "Are More", se acerca desde hoy y hasta el sábado a la figura de uno de los compositores gallegos contemporáneos más sobresalientes: Eduardo Soutullo. Una mesa redonda que se celebra hoy en la sede de la Fundación Caixa Galicia y dos conciertos en los que se entrenarán algunas de las piezas del compositor vigués, mañana y el domingo en el Conservatorio Superior de Música y el Real Club Naútico de Vigo, respectivamente, completan el programa.

-Los mayores reconocimientos hacia su trabajo proceden de fuera de nuestras fronteras. Este homenaje en su tierra, ¿le resarce de ese aparente desprecio?

-Es cierto que trabajo más en Galicia desde que estoy fuera de ella y en gran parte es gracias a los premios, que son un aval imprescindible para ser tenido en cuenta en las programaciones. La verdad es que estoy muy contento de que en mi ciudad se escuche por fin algo mío. Y no termina aquí; tengo la gran suerte de que la Sinfónica de Galicia me encargara una pieza, "They hear no answering strain", la tercera parte de mi trilogía, que se estrenará el 16 y el 17 de abril en Vigo y A Coruña. Además, vendrá el director de la Orquesta Nacional de España, Josep Pons, lo que es todo un honor.

-"Eduardo Soutullo; retrato de un compositor" es el título de la mesa redonda en la que participan el crítico de RNE Arturo Reverter y usted mismo. ¿Qué es lo que mejor le retrata?

-Mi música, claro. Pero es imposible explicar una obra sin escucharla, al igual que una pintura sin verla. Por eso, lo plantearemos como una audición en la que sencillamente comentaré las intenciones y las vicisitudes que surgieron a la hora de crear las obras.

-En el mundo de la música contemporánea, ¿sigue el público pensando que es necesaria una explicación?

-La música es para ser disfrutada y cuando precisa una explicación, debemos sospechar de su autor. Gran parte de los compositores de vanguardia de la generación posterior a la Segunda Guerra Mundial tuvieron una respuesta muy agresiva con el publico. Pero desde los 90 algunos se han planteado la necesidad de un reencuentro y han creado una música más accesible. También ha sido esencial la manera en la que esa música ha sido ofrecida al público; a nadie le parece extraña cuando forma parte de la banda sonora de una película o en un espectáculo de danza contemporánea o de teatro. Todos estos aspectos intento incorporarlos a mi música.

-¿Ha creado alguna banda sonora?

-De momento sólo de cortometrajes, pero es posible que realice un largo pronto, aunque prefiero no adelantar nada aún.

-¿Qué puede contar sobre las piezas que va a estrenar mañana y el domingo en Vigo?

-El concierto de mañana se llama Atlantik Folk Songs y en él se interpretarán diversas piezas contemporáneas basadas en canciones tradicionales gallegas y portuguesas que interpretará la Druming GP y la Orquesta de Jazz de Matosinhos. La mía, "Baixo Miño", es una reinterpretación total de una melodía de la zona de Ponteareas. El domingo será el estreno en Galicia de la obra "Have you said spectral?" que interpretará Rasa Jakutyte, una pianista maravillosa.

-Estudió e impartió clases en el Conservatorio de Vigo. Luego se marchó. ¿Qué opinión le merece la formación de su ciudad?

-Ante todo quiero dejar claro que la calidad de la enseñanza en este centro es excelente. La necesidad de irme fuera de Vigo fue debido a un interés en determinados centros o profesores. Sin embargo, la enseñanza de composición noto que es demasiado académica. El conservatorio de Aragón es el único que permite impartir esta asignatura a profesionales sin título ni oposición. Los músicos rotan y eso es muy interesante para los alumnos.

-Y el futuro auditorio vigués, ese que no arranca, ¿qué expectativas tiene puestas en él?

-Sería el espacio ideal para la celebración de un festival interdisdisciplinar que aunara a los aficionados a la música, la danza y el teatro, que lograse implicar a las instituciones públicas y privadas. Sólo pido a los responsables municipales que se asesoren bien y que se cree cuanto antes una comisión integrada por profesionales de la ciudad para estudiar cuestiones técnicas. No sería la primera vez que no cabe la orquesta en el foso.