La autora explica a EFE que los niños tienen diferentes etapas de aprendizaje en las que empiezan a comprender aspectos como "lo que se debe o no hacer", por lo que deben aprender estas conductas desde una edad temprana, pero que en la actualidad impera el "dejar hacer".

Sánchez asegura indignarse cuando escucha a padres decir "mi hijo es malo", y que en esas situaciones piensa que son ellos quienes tienen la culpa porque a los niños hay que ponerles límites desde la infancia.

"En pocos años hemos pasado de un estilo autoritario a otro demasiado permisivo", y ha declarado que suele ser muy habitual que los padres cuestionen todo aquello que los profesores dicen acerca de los niños, "algo que antes era impensable".

Los adolescentes no están acostumbrados a escuchar un no por respuesta, según la autora, quien habla de la prevención como una de las claves en la evolución de los niños, ya que ayuda a los padres a prevenir futuros problemas.

Sánchez ha asegurado que existen padres que piensan que tienen hijos "maravillosos y que los educan estupendamente, pero la realidad es que después vienen los problemas", y en el libro ofrece ideas a nivel práctico para la gente que trabaja con niños y adolescentes.

En su libro también ofrece una visión de la evolución de los adolescentes, el panorama actual y algunos criterios para comprender anormalidades durante esa evolución.

Sánchez asegura que es muy habitual que haya niños con problemas de comportamiento, pero que resulta "sorprendente" escuchar a unos padres decir que su hijo de cuatro años no quiere comer.

Otro de los problemas que menciona es la falta de comunicación entre progenitores y el colegio, y explica que el mejor estilo para educar a los niños es el denominado democrático, escuchando aquello que tienen que decir, pero la última decisión la tomará el adulto -profesor o padre-.

La psicóloga afirma que los progenitores dan por hecho que sus hijos tienen muchos derechos, "pero no les dan obligaciones, los niños no están acostumbrados a tener responsabilidades".

El síndrome del emperador es otro de los términos (creado por el psicólogo Javier Urra) que Asela Sánchez también usa en el libro y que se refiere a la autoridad que han adquirido los más pequeños en el hogar, "es un cambio de roles, ahora la autoridad la tienen los niños en casa y los padres van al son de lo que ellos mandan".