"Mujeres y hombres: ¿un amor imposible?" es un ensayo estructurado a modo de conversación entre el profesor de Sociología de la Universidad de Berkley (EEUU) Manuel Castells y la catedrática de Sociología de la Autónoma de Barcelona Marina Subirats.

Manuel Castells y Marina Subirats comienzan analizando la evolución de hombres y mujeres con la peculiaridad de que él expone la situación de las mujeres y ella la de los hombres "para ser más imparciales".

Según los autores, tras varias décadas de revolución, la mujer ha cambiado su forma de pensar y actuar en el mundo, lo que ha traído consigo la crisis del patriarcado y con ello la "disolución gradual" del concepto de familia patriarcal.

Los académicos se esfuerzan por predecir las nuevas formas de relación que deberán surgir entre hombres y mujeres una vez que el patriarcado ha quedado desfasado, pese a que muchos hombres aún no lo reconocen o se resisten al cambio.

La mejor respuesta a la pregunta del título surgió en el debate tras la presentación del libro cuando una mujer que asistía al acto celebrado en la Universidad Complutense de Madrid planteó a los autores que "las mujeres buscan un hombre que no ha existido nunca y los hombres buscan una mujer que ha dejado de existir".

Para Subirats, "este es el punto de partida del desencuentro y el desfase entre los géneros", que ahora se ven abocados a encontrar una nueva forma de relacionarse.

Así, según Castells, en los últimos años están surgiendo cinco modelos de evolución de las relaciones: en primer lugar el "separatismo" por el que el matrimonio se retrasa considerablemente y se produce un aumento espectacular de separaciones.

Otro modelo sería el "separatismo radical de género" que explica el aumento de parejas homosexuales que no son sino una "ruptura profunda de la idea de familia patriarcal" con una figura dominante y otra dominada.

El modelo "cooperativo" por el que, principalmente las mujeres, establecen "redes de apoyo" en el cuidado y educación de los hijos ayudándose unas a otras y socializando las responsabilidades.

En cuarto lugar Castells cita la "familia nuclear post-patriarcado" que consiste en un modelo heterosexual "más o menos igualitario", y que se da con cierta frecuencia entre las parejas más jóvenes o después de una separación dolorosa y la determinación de no volver a cometer los mismo errores.

Finalmente, el académico citó la "familia bi-nuclear" formada a partir de los sucesivos emparejamientos; es la "familia reconstruida, el actual tus hijos, mis hijos y los nuestros".

El autor advirtió de que este último tipo de situaciones acabará provocando una "insurrección de masas de los niños, que se han quedado sin un centro único de poder patriarcal, unitario y empiezan a plantearse '¿y yo qué?'".

Subirats, quien coincide con esta división de modelos, advirtió de los problemas y peligros que cada uno de ellos acarrea.

Así, señaló que el "separatismo de género" presenta dos problemas fundamentales: el reloj biológico de las mujeres que las lleva a plantearse la maternidad en solitario y el hecho de que los hombres no saben ocuparse de su vida personal.

En las parejas homosexuales surge el problema de la "especialización en los roles tradicionales" por los que una parte asume las responsabilidades familiares y del cuidado, y la otra adopta un papel más dominante y volcado al exterior.

En las redes de apoyo entre mujeres falta la proyección del amor, y "las mujeres siguen siendo educadas en la idea del amor", una aspiración que hay que preservar planteó la socióloga.

Los intentos igualitarios tienden al fracaso porque persiste el valor simbólico del éxito público y porque delegar las tareas de cuidados es empobrecedor para todos.

Finalmente las familias reconstruidas resultan en una pérdida de identidad y la seguridad que da la pertenencia a un grupo cerrado y unitario.

¿Cómo afrontar todos estos cambios? ¿Cómo eliminar la imposición sin eliminar lo esencial: el amor, la maternidad, los vínculos personales?

Ese es el eje de la "conversación" entre los dos sociólogos y el reto que debe afrontar toda la sociedad, concluyeron.