Así lo ha afirmado en la capital leonesa el jefe de la Sección de Digestivo del Hospital de León, José Luis Olcoz, coordinador del XXXI Congreso de la Asociación Castellana del Aparato Digestivo, que se celebró recientemente en León y quien ha informado hoy a Efe sobre las conclusiones del mismo.

Se ha referido a dos nuevos fármacos, uno inhibidor de proteasa y otro de polimerasa, que se prevé que salgan en el plazo de "entre tres y cinco años".

Estos nuevos medicamentos asociados a la terapia ya existente -dos fármacos combinados- evitarán la multiplicación del virus e implicarán "que prácticamente todos los afectados por esta patología tengan opción de tratamiento".

En la actualidad entre el 40 y el 45 por ciento de los infectados por el virus de la hepatitis C no responden a las terapias actuales, ha recordado Olcoz, que ha afirmado que con estos nuevos fármacos "se puede plantear una curación hasta en el 80 y 85 de los enfermos".

Así, estos pacientes, al pasar de ser portadores del virus a no serlo, tendrán un aumento de esperanza de vida especialmente en aquellos casos en los que la enfermedad ha empezado ya a dar complicaciones, ha explicado.

Uno de los dos fármacos es más efectivo que el otro, si bien el primero tiene unos efectos secundarios mayores que el segundo.

Los resultados "parece que son buenos", a la espera de que se concluyan los estudios sobre los efectos secundarios.

Estos y otros avances se analizaron en esta reunión de expertos, que se celebró en León y en la que también se debatieron asuntos como la aparición de nuevos tratamientos para tratar el hepatocarcinoma, una enfermedad para la que únicamente hasta ahora había terapia quirúrgica o intervencionista.

En relación a esta patología, los especialistas tienen puestas las esperanzas en un nuevo fármaco que ha salido al mercado y que cuando menos será "interesante", si no para curar la enfermedad, por lo menos para evitar su crecimiento.

Por otro lado, en este congreso, se analizaron otro tipo de avances, como la cápsula endoscópica para estudiar el colon, un método que saldrá en unos dos años y que permitiría realizar un diagnóstico no agresivo sin necesidad de usar la colonoscopia, técnica que podría quedar relegada únicamente para los tratamientos.

Alrededor de 150 especialistas participaron en este congreso, organizado por la Asociación Castellana del Aparato Digestivo, que abarca las comunidades de Cantabria, La Rioja, Castilla y León, Madrid y Castilla-La Mancha, y que se reúne una vez al año para poner en común avances sobre ciertas enfermedades digestivas.