Europa press/ efe  Madrid

El más sofisticado robot humanoide del mundo, diseñado en Japón, "afinará" sus destrezas en España, en donde será programado por expertos del RoboticsLab de la Universidad Carlos III de Madrid, para atender a enfermos y discapacitados o llevar camillas en los hospitales.

Sendos equipos de científicos, uno de España y otro de Japón, colaborarán estrechamente, desde un laboratorio de investigación conjunto con representación en ambos países, en el entrenamiento de este robot denominado HRP2, y en el desarrollo del software que le permitirá realizar tareas múltiples: domésticas, sanitarias, asistenciales, sociales, espaciales o de vigilancia.

El cuerpo de este robot con aspecto de hombre, de 1,60 metros de altura y unos 50 kilogramos de peso (con baterías incorporadas), va recubierto por una fina carcasa para ocultar su sofisticada maquinaria, y está dotado de brazos, piernas, manos y cabeza, con un total de 32 grados de libertad, que es como técnicamente se llaman los distintos tipos de movimiento de sus articulaciones.

Está previsto que el robot llegue a España el próximo verano para empezar a funcionar en otoño de 2009, aunque habrá que esperar a 2010 para que HRP2 esté a pleno rendimiento.

Las habilidades de este robot, que actualmente camina, ve en tres dimensiones y reconoce a las personas, le permitirán una colaboración activa con los humanos en entornos peligrosos, como en centrales nucleares y desastres naturales (por ejemplo, para restablecer las telecomunicaciones en lugares asolados poniendo en pie pequeñas antenas) e incluso en ámbitos espaciales para la construcción de viviendas en otros planetas.

Sus tres ordenadores a bordo incorporan múltiples sensores con cámaras estereoscópicas para garantizar la visión tridimensional, inclinómetros y giróscopos para garantizar un andar estable, láseres telémetros para medir distancias, y además sensores de fuerza y tacto.

Asimismo, está dotado de sistemas de reconocimiento de voz para comprender órdenes en japonés e inglés, así como de micrófonos para detectar la procedencia del sonido.

Este robot, cuyos materiales de fabricación incluyen el aluminio ligero aeronáutico, alguna aleación de magnesio, plásticos y polímeros muy ligeros y resistentes, también reconoce físicamente a las personas, hacia las cuales se gira cuando le hablan y a quienes conoce visualmente, gracias a un sistema de grabación de patrones de caras. Según los expertos, cada rostro tiene al menos 15 puntos característicos para diferenciarlo del resto, y este robot está capacitado para calcular la distancia entre muchos de ellos, por ejemplo, de los extremos de los ojos a la nariz, a los labios.

Tan útiles como el móvil

Los robots serán en 2020 tan necesarios para los humanos como hoy los teléfonos móviles o los coches en las tareas diarias, ya que estos tendrán una capacidad de automatización e interacción con los humanos "tan grande" que causará un desequilibrio tecnológico entre quienes posean o no una herramienta de este tipo, según un estudio del profesor de Sociología de la UNED, Antonio López Peláez. "En quince años existirá una brutal hibridación del ser humano con los robots. Serán capaces de ver, actuar, hablar, dominar el lenguaje natural y ser inteligentes", asegura este experto que asegura que se convertirán en "herramientas cotidianas".