El primer trasplantado de ambos brazos en España, intervenido el 30 de octubre en La Fe de Valencia, saldrá hoy del centro hospitalario y, aunque en pocas semanas podría doblar y estirar los codos, pasarán cerca de dos años hasta que las manos puedan tener la función suficiente para llevar una vida autónoma.

El conseller de Sanidad, Manuel Cervera, el cirujano Pedro Cavadas y el director del citado hospital, Melchor Hoyos, han informado hoy en rueda de prensa de esta intervención, de la que el paciente ha evolucionado "muy bien".

El hombre, de 28 años y nacionalidad española, sufrió hace poco más de un año la amputación de ambos brazos, el derecho a la altura del húmero y el izquierdo del codo, por un accidente tras recibir una descarga eléctrica que le carbonizó ambas extremidades.

Cavadas ha asegurado que el paciente "está encantado": "No es lo mismo que te falte una mano, que te permite hacer el 95% de las tareas, o los antebrazos, con cuyos muñones puede coger las cosas. Una persona con una amputación a nivel de los húmeros no puede coger absolutamente nada".

Según el cirujano, "dado el grado de incapacidad que supone tener los dos brazos amputados a nivel de los húmeros era razonable asumir los riesgos" de esta intervención, la primera que se ha realizado en España y la segunda en el mundo, tras la practicada en agosto en Alemania.

Cuando el paciente decidió ser intervenido se puso en contacto con la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) y en tres meses se encontró un donante apropiado, según Cavadas, quien solo pudo explicar que los brazos "han llegado de lejos", sin precisar más detalles sobre su procedencia.

La intervención, que se realizó la noche del 30 de octubre al 1 de noviembre, duró unas once horas y en ella participaron especialistas de la Fundación Pedro Cavadas y de La Fe.

Respecto a la evolución del paciente ha aventurado que lo hará de un modo semejante a un reimplante a ese nivel y el resultado funcional que se espera tener "en cualquier caso va a ser mejor que con las prótesis". "Por eso lo hemos operado", según Cavadas.

El paciente debería conseguir en breve la flexión y extensión de los codos y más a largo plazo la posibilidad de tener una sensibilidad de buena calidad en las manos y la posibilidad de manipulación, aunque no de precisión.

"Si pensamos que es un paciente que necesita ayuda para ir al baño o que le den de comer, que es dependiente 24 horas al día siete días a la semana, y que con un esfuerzo importante médico-quirúrgico de años puede llevar una vida autónoma, habrá merecido la pena", ha afirmado Cavadas.

A su juicio, lo más complicado a la hora de hacer el trasplante es "orquestar los tiempos", ya que cuando llegan al hospital los brazos a trasplantar el paciente que tiene que recibirlos debe estar ya preparado, y eso lleva un trabajo quirúrgico previo.

Respecto al riesgo de rechazo, ha señalado que al ser un órgano visible se pueden identificar de forma rápida las crisis de rechazo y aplicar un tratamiento más precoz, aunque hasta la fecha "todas las crisis de rechazo se han resuelto con éxito".

Tras recibir el alta, el paciente seguirá siendo visto a diario por el equipo de la Fundación Cavadas, ya que empieza entonces el proceso de ir reduciéndole la medicación e iniciar la rehabilitación específica para el trasplante de brazos.

Cervera ha destacado que La Fe es el único hospital de España acreditado para realizar todo tipo de trasplantes y desde 1999 ha realizado más de 7.000, entre los de órganos y de tejidos.

Entre los proyectos futuros de Cavadas se encuentra hacer un trasplante de cara, para el que ya tiene un paciente aunque se está a la espera de que los técnicos de la ONT consigan un donante.