"Lo que he hecho con Pedro no lo ha hecho nadie y estoy muy orgullosa, por lo que no lo echo de menos", ha sentenciado hoy la actriz en una entrevista con Efe, unas horas antes de recibir la Espiga de Honor de la Semana Internacional de Cine de Valladolid en reconocimiento de su trayectoria.

Con el cineasta manchego, su rostro y su trabajo alcanzó una de las etapas de mayor cumbre de su carrera, véase "¿Qué he hecho yo para merecer esto? (1984) y "La ley del deseo" (1987), un periodo que retomó después de más de una década con "Volver" (2006).

Su trayectoria como actriz comenzó en la década de los setenta con la interpretación de papeles en obras de Fernando Colomo y Carlos Saura, aunque no fue hasta comienzos del decenio siguiente cuando se consolidó en la escena de manos de Almodóvar, con quien asume haber hecho ya "muchas cosas, y cosas que no han hecho otras".

"Pedro sabe que como actriz soy capaz de hacer las cosas más absurdas con él", ha añadido, tras reconocer que volvería a trabajar con a él si supiera que tiene "muchas, muchas ganas, pero eso lo dudo", ha matizado.

Acaba de llegar de Venezuela, donde ha promocionado "La virgen negra", del joven cineasta Ignacio Castillo, y en breve viajará a Francia para ponerse a las órdenes de la realizadora Yasmina Reza, en cuya ópera prima encarnará a una mujer de su edad, guapa, y con cuyo papel aspira a consagrarse en el país galo.

Aunque reconoce llevar cada vez peor los vuelos y los 'saraos', Carmen Maura no sufre el mito de las actrices trasnochadas por el paso del tiempo y se aleja por completo de la "exquisitez" de las que buscan papeles de jóvenes, porque asume que "no hay que luchar con la edad, porque si no se arma un follón".

La actriz, de 63 años, quien reconoce no tener "ningún problema" para hacer lo que el papel exija, pone un "notable" a su carrera, que verá reconocida hoy con la Espiga de Honor de la Seminci.

Se califica como una "buena actriz" y cree que en España, después de haber protagonizado películas recordadas como "Mujeres al borde de un ataque de nervios" (1988) y "La Comunidad" (2000), transmite "simpatía" y ganas de que haga películas.

"Noto que no me va a ser difícil vivir de esto hasta que me de la gana", ha señalado, pero descarta ser de las que quieren morir en el escenario como si fuera un "pachangueo", por lo que cuando el cine deje de divertirle, será el momento de decir adiós.

De momento, está previsto el estreno de "Tetro", el nuevo filme de Francis Ford Coppola, donde ha realizado un papel que el cineasta pensó inicialmente para Javier Bardem y que, tras la transformación de género, ha acabado haciendo ella, quien asume que ha hecho "muchas sustituciones" en su vida.

"El ser actriz me salvó de muchas cosas", ha reconocido Maura, quien para "sobrevivir" en la vida tuvo que sortear "momentos horrorosos" y la tensión de dedicarse al cine cuando ser actor "no estaba considerado como ahora, que queda muy guay".

Con los grandes acontecimientos y homenajes se emociona más bien poco, pero su vena humana estalla cuando recuerda cosas del día a día, su contacto con la gente y momentos especiales como el rodaje de "La Comunidad", de Álex de la Iglesia, con quien sabe que volverá a trabajar.

Su "tranquila y relajada" vida personal le permite proteger mucho a la Carmen Maura actriz, "la otra", de la que dice "tiene que desaparecer de vez en cuando", como síntoma de su asumido "desdoblamiento de personalidad".

"Su" campo, en el que no le ve "más que el cielo", y su casa de París son sus desahogos, sus particulares paraísos y los que le permiten llevar "otra vida diferente", lejana ya de aquel "Nena, tú vales mucho", o del "¿Qué hace una chica como tú en un sitio como éste?", frases que la han acompañado a lo largo de los años.