Redacción/Efe / Santiago/Madrid

El cardenal William Joseph Levada, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, opinó ayer que la cuestión del aborto "merece diálogo" desde la perspectiva histórica de la vida y la fe porque "toca las raíces del género humano".

En un encuentro con periodistas con motivo de su presencia en Santiago para ofrecer una conferencia, el cardenal William Levada reconoció ayer que las noticias de un nuevo proyecto de ley del aborto en España, promovido por el actual Gobierno, "le entristece" y recordó que los obispos españoles lo ven "un documento autoritario".

El considerado número dos de Benedicto XVI analizó que esta iniciativa es "un signo" de que la visión de la vida, desde la "dignidad de cada persona" y que comienza con la concepción, "no está en la base del proyecto".

Para el cardenal, este asunto "no es meramente político", sino que está en relación con lo cultural y "toca las raíces del género humano". Por ello, opinó que "merece diálogo cordial y profundizar con una atención mayor en toda la historia sobre la cuestión de la vida y la fe".

Preguntado sobre las relaciones de la Iglesia española y el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, el cardenal Levada prefirió no comentar nada porque, según dijo, "no tiene informaciones actuales" y no está en España. Por ello, recomendó que esa pregunta se traslade "a las personas de aquí".

En cuanto a otros de los temas de actualidad en España, en relación a su opinión sobre si la Iglesia debe colaborar con la iniciativa del juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón y facilitar datos sobre los desaparecidos y represaliados en la Guerra Civil, evitó pronunciarse. "No me considero infomado",dijo.

En busca de consenso

La vicepresidenta del Gobierno explicó en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que en esta nueva norma, todas las opiniones serán escuhcadas y se buscará el máximo consenso posible. "Todo el mundo debe tener la tranquilidad de que va a tener la oportunidad de expresar sus opiniones y de ser escuchado", señaló De la Vega quien añadió: "A partir de ahí vamos a buscar el máximo consenso posible". Para ello "comparecerán muchos expertos elegidos y designados por los grupos parlamentarios", insistió. "El aborto es siempre una situación difícil y es un debate que puede hacerse con respeto", dijo.

La vicepresidenta destacó que la ley pretende "mejorar las condiciones" en las que se practican los abortos, así como "que esté meridianamente claro en qué supuestos se puede interrumpir el embarazo y cuales no". Al respecto indicó: "La ley ha sido superada por los acontecimientos y se ha comprobado que algunos de sus términos pueden resultar ambiguos de manera que la interpretación ha podido ser distinta a la querida por la finalidad de la ley, dependiendo de la comunidad autónoma".

Por su parte, el coordinador general de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, se mostró de acuerdo con esta idea de "superación" de la anterior norma, que considera "hipócrita". Así abogó por una nueva ley "de plazos" que deje a la mujer la decisión sobre la interrupción de su embarazo y proteja a los sanitarios. En el Congreso, Llamazares dio la bienvenida a la "rectificación" que han hecho los socialistas en este sentido, ya que, después de rechazar en legislaturas anteriores reformar la ley actual, ahora han optado por favorecer la creación de una subcomisión parlamentaria para estudiar el asunto.