Ana Abad de Larriva / VIGO

Agravante de delitos. crímenes y otras bajezas, la noche posee ese halo de misterio cubierto de un cierto toque ruin. Subyuga, sojuzga a unos; divierte a otros y es fuente de ansiedad para un importante sector de la sociedad, que la considera una potente arma de subversión. Corruptora de conciencias y actitudes. Sin embargo, a Francisco Javier García de Seárez y Felípez la noche no le confunde. O eso parece.

Javito para los amigos (y no tan amigos), ganador de la tercera edición de ese modelador de conductas que es Gran Hermano, se confiesa un hombre noctívago: "Yo soy de la noche". Y se ríe.

Por eso, atareado hasta el último minuto, planea abrir mañana en Ponteceso el que será ya su tercer local de copas, junto con el pub La Tentación y la discoteca Inn Out, los dos en Carballo. "A ver si me da tiempo". A seis años de su paso por la casa (de GH) aún le reconocen dentro y fuera de Galicia, "pero ya no interfiere tanto".

Cree haberse desmarcado bastante de la estela del reality y el mundo de la televisión en general. Aunque reconoce que fue gracias al espacio, su premio y su tirón mediático "que mejoraron bastante sus posibilidades de vida" y que pudo hacer lo que siempre había querido hacer.

Una ayuda importante

"A mí me favoreció, me dio la punta de la lanza que necesitaba para poder montarme un nuevo local propio". Pero es consciente de que no a todos sus compañeros les fue así de bien. "Hubo gente que salió perjudicada, que necesitó ayuda psicológica y tuvo muchos problemas para conseguir trabajo".

¿Debe entonces él toda su suerte al conocido programa? "Probablemente hubiese conseguido abrir mi propio negocio pero habría sido de otra manera, no tan rápido".

También tuvo la posibilidad de viajar y eso es algo que modeló bastante su carácter. España, Japón, Cuba , Brasil, Polonia, Holanda son algunas de las escalas en la ruta que se marcó este coruñés de Laracha.

Y tras vivir diez años en Santiago de Compostela ha decidido, precisamente, volverse a su pueblo natal. Los muy allegados siguieron siendo "sinceramente" los mismos de siempre a su salida de Gran Hermano. Aunque a veces le resultase difícil ser él mismo. "Pero siempre se te arrima alguien más, aunque se corten". Y esa fue una de las principales razones que le movieron a volver a casa. Las distancias, dice, enfrían la amistad y eso es lo que le pasó con otros "grandes hermanos".

Y, ahora, con la perspectiva de todos estos años de nuevas vivencias, cree que participaría de nuevo en el reality, pero con más calma porque ya tiene "la vida lanzada". Aunque sólo aproveche medio día. La noche.