Así lo ha avanzado, en una entrevista con EFE, este actor nacido en Manises (Valencia) en 1944 y que interpreta estos días al pillo y picarón esclavo Centella en "Miles Gloriosus" que dirige Juan José Afonso en la LIV edición del Festival de Teatro Romano de Mérida.

Según ha explicado, en septiembre volverá a televisión con la serie que en su décima temporada narrará la vida española en 1977 y en ella Don Pablo mostrará, con la fundación de la revista, como un hombre ultraconservador, franquista convencido y tremendamente clasista se adecúa a los tiempos que corren en la época de la transición española.

El actor ha avanzado también que en los próximos capítulos, el principal protagonista, Carlitos, ya tendrá 15 años y transmitirá las cosas más comunes de los niños de esa edad en esa época, como sufrimientos infantiles, enamoramientos y enfados.

"No es tan fácil buscar la nostalgia como fuente de inspiración televisiva ni su reflejo con la realidad de la historia, sino que el éxito de esta maravillosa serie está en el trabajo desarrollado por el guionista Ramón Tito Fernández, que en paz descanse".

En su opinión, la televisión es el mejor medio del mundo para llegar inmediatamente a la casa de los espectadores, ya que "tan pronto emite al rey coronándose como a cualquier pedorra acusando a alguien de ponerse morado de coca".

El actor, que ha visitado seis veces Mérida a lo largo de los 75 años de la historia del certamen, considera que el Teatro Romano es el escenario idóneo para todos las obras escritas hace dos mil años, porque muestra la emoción, el miedo, el amor, el odio y el rencor de un texto clásico.

Por ello, cree que es "inútil" disfrazarlo de otras cosas que no hacen cambiar el "espíritu humano" sino sus circunstancias.

Lo que más le gusta de Mérida es "la gente, el jamón, el teatro, y sus lugares emblemáticos", y le encanta "tomar una cervecita y echarse la siesta" en tierras extremeñas.

En cuanto a su papel en "Miles Gloriosus", asegura que usa las emociones imprescindibles, ya que no es "actor de método" ni necesita una gran preparación anterior, sino que a todos sus personajes, "sea cuál sea", le pone su piel, su pelo, su sangre y su físico.

"No puedo esperar que todos los días a la misma hora mis emociones estén en el mismo lugar", ya que lo más importante de ser actor es involucrar al público en el espectáculo mediante la interpretación, ha indicado.

Para Sancho, el teatro, encuadrado en una "crisis permanente", a parte de ser la madre de todas las batallas son los "cimientos" de un actor que se precie, el cine como "industria minoritaria" es la estructura de "esos cimientos" y la televisión es la decoración y el mejor medio para formar a jóvenes actores, pero "no el ideal".

A su juicio, el canon digital, es una utilización política sobre un derecho fundamental en el trabajo, al igual que la crisis económica que atraviesa España en la actualidad, que es "profunda" a pesar del reconocimiento "tardío" de los gobernantes.

Ha hecho un llamamiento para poder algún año representar al alcalde Pedro Crespo en la obra "El alcalde de Zalamea", y "qué mejor manera de hacerlo que en la tierra donde está ambientado el texto de Calderón de la Barca.

El actor en los próximos meses compaginará "Miles Gloriosus" con su papel de Don Pablo en "Cuéntame como pasó" y la dirección de una obra de Enrique IV en el Teatro Bellas Artes de Madrid.