Así lo ha expuesto hoy a EFE el especialista germano en migraciones y turismo residencial entre Alemania y España, Gerhard Herbert Brückner, quien ha considerado que la integración del residente alemán en Alicante debe ser "parcial, pero no puede significar la asimilación".

"Aprender un idioma con 70 años es un esfuerzo muy difícil y si la comunicación no es posible, la interculturalidad falla", ha indicado Brückner, quien ha participado en los cursos de verano de la Universidad de Alicante (UA) sobre este colectivo.

En la provincia de Alicante, los municipios con mayor concentración de residentes alemanes son Benissa, Moraira, Dènia, Calpe, Torrevieja, La Nucía, Rojales, San Fulgencio y Pilar de la Horadada, según Brückner.

"Este turista viene por el buen clima, las infraestructuras y los servicios prestados, y sin ningún interés por la cultura española", ha afirmado el experto germano, quien ha estimado en unos 200.000 el número de ciudadanos alemanes residentes en la provincia de Alicante.

En declaraciones a EFE, Brückner ha asegurado que los españoles "no exigen esa integración y sólo ven a esos turistas como "un negocio".

"Si el señor alemán no aprende español, el español aprende un poco de alemán para venderle sus productos. Además, la integración no se siente como un problema entre los alemanes porque nadie les pide esa integración", ha afirmado Brückner, quien trabaja desde hace bastante tiempo en la UA.

Según Brückner, el perfil del turista alemán que reside en Alicante es el de una persona apolítica de clase media-alta que llega con una edad de entre 55 y 60 años y vive en núcleos urbanos "bien definidos" con su propia economía en lengua alemana y sin lazos con el país de origen, a excepción de la televisión.

A pesar de ese "aislamiento", este experto ha detectado en sus estudios un auge en el asociacionismo alemán que alcanza el número de 200 organizaciones ecologistas, de protección de animales e, incluso, de defensa de intereses locales o regionales.

"El colectivo alemán es generalmente apolítico, pero empieza a organizarse para defender temas medioambientales, como el del exceso de la construcción en la Costa Blanca", ha resaltado.

En cuanto a la prestación de servicios sanitarios a personas que no han sido contribuyentes del Estado español, Brückner ha observado "un problema de planificación" de las autoridades locales y autonómicas porque muchos residentes no se empadronan en sus municipios.

"Las estadísticas dicen que hay 38.000 residentes alemanes en Alicante a fecha de 1 de enero de 2008, pero los estudios demuestran que puede haber hasta unos 200.000", ha apuntado.

Por ello, un elevado número de ciudadanos alemanes residentes en Alicante, de edad avanzada y con necesidad de mayores prestaciones sanitarias, no puede ser atendido correctamente, según Brückner.