Leiva y Rubén aprovecharon ayer para relajarse y conocer sitios nuevos guiados por sus amigos los hermanos Ferreiro. Amaro e Iván les enseñaron su Nigrán natal y comieron juntos en un balneario de Baiona, junto con otros amigos. Mucho relax, charla, bebidas frías y vino del país en una comida que se prolongó hasta media tarde. Y luego, ensayo a partir de las siete para evitar cualquier posible contratiempo durante el concierto.