Gil presentó algunos de sus éxitos de siempre y nuevas canciones de su disco "Banda Larga Cordel", al tiempo que explicó los orígenes de la música brasileña y sus diferentes manifestaciones, como la samba.

A medida que avanzaba, su espectáculo animó a los asistentes a levantarse de sus sillas para bailar al ritmo de la música.

Al término de su recital, Gil, que ya había actuado hace seis años en el festival libanés de Baalbeck, tuvo que ofrecer varios "bises" a un público que lo ovacionaba puesto en pie.

El concierto de Gil, ministro de Cultura de su país, coincide con las celebraciones por el medio siglo de la "bossa nova", que comenzaron hace apenas diez días en Brasil.

Antes de Gil calentó el ambiente el grupo mexicano Tambuco, que durante 40 minutos exhibió su arte en el manejo de la percusión y de los instrumentos provenientes de la naturaleza.

Miles de espectadores del Festival de Beitedin, que se celebra desde hace mas de una década en el patio de este palacio construido hace dos siglos, pudieron asistir al espectáculo de los artistas mexicanos.

Éste se caracterizó por sonidos rituales y religiosos indígenas, y al mismo tiempo por la reproducción de sonidos de la naturaleza con objetos cotidianos, que crean música pero al mismo tiempo hacen trabajar la imaginación.

El director del conjunto, Carlos Gallardo, expresó su alegría por poder estar en el Líbano y dijo que algunos de los instrumentos que se utilizaron, como las piedras, procedían de Beitedin, en las montañas del Chuf, al sureste de Beirut.