El Boss y su grupo, la E Street Band, actuarán el próximo martes en San Sebastián, en su primera aparición en la capital donostiarra, para trasladarse después a Madrid, donde el jueves ofrecerán en el Bernabéu el primer concierto de una estrella internacional que acoge este estadio desde 1987.

Springsteen ha reservado dos noches consecutivas en Barcelona, con las que cerrará el sábado y el domingo próximos las fechas en Europa de la segunda parte de su actual gira, "Magic tour".

Bruce Springsteen actuó el pasado 25 de noviembre en el Palacio de Deportes de la Comunidad de Madrid y un día más tarde lo hizo en el BEC de Barakaldo (Vizcaya), al comienzo de los conciertos europeos de la gira de presentación de su último álbum, "Magic" (Sony BMG), que había publicado un mes antes.

Pero el público español no tuvo suficiente. A los pocos días de aquellos conciertos memorables se pusieron a la venta las entradas para las actuaciones de julio, que se agotaron rápidamente.

Springsteen se convirtió en el único artista capaz de llenar dos días consecutivos el Camp Nou, donde se congregarán más de 140.000 seguidores del Boss.

En cuatro horas se vendieron 46.817 de las 60.000 localidades disponibles en el Bernabeu, y en un día se despacharon 35.000 de las 40.000 entradas para Anoeta.

La organización puso a la venta el pasado jueves algunas entradas más para los cuatro conciertos, después de "reajustes" en los aforos de los estadios.

El repertorio de las actuaciones de la próxima semana presentará sensibles variaciones respecto a los de hace unos meses, ya que conforme avanzaba la gira los temas antiguos han cobrado protagonismo frente a los de "Magic".

"Radio nowhere" -primer single del último álbum- se mantiene como fija, aunque ya no abre los conciertos, que ahora comienzan cada noche con un tema distinto ("Born in the USA", "Two hearts", "Night"...)

El músico estadounidense ha sorprendido a su audiencia en sus últimas citas, en las que ha introducido canciones que aún no había interpretado en toda la gira, como "Cover me", "If I should fall behind" y "Drive all night", y ha rescatado suculentas rarezas como "Roulette", publicada en 1988 como cara B de "One step up".

En los bises han seguido sonando grandes éxitos como "Born to run" y "Dancing in the dark", pero también el clásico "Twist and shout", que interpretaba en sus conciertos de hace dos décadas.

Springsteen, de 58 años, lleva en la carretera desde finales de febrero en esta extensa segunda parte de la gira, que le mantuvo durante más de dos meses por Canadá y Estados Unidos, antes de llegar a finales de mayo a Europa.

Durante este tiempo, el Boss y sus músicos han tenido que superar la pérdida del teclista de la E Street Band, Danny Federici, fallecido en abril tras luchar durante años con un cáncer de piel, y al que unía con Springsteen una amistad de cuarenta años.

Federici ya no pudo viajar con la banda a Europa en noviembre pasado, y fue sustituido por Charles Giordano, pero cuando la gira regresó a Estados Unidos participó en algunos conciertos.

El último de ellos fue el 30 de marzo en Indianápolis, donde el teclista se despidió de sus compañeros y del público tocando "4th Of July, Asbury Park (Sandy)", uno de los temas del segundo álbum de Springsteen, "The wild, the innocent and E Street shuffle", publicado en 1973.

Aquella interpretación cierra "Magic tour highlights", una selección de cuatro temas de la actual gira de Springsteen que se pone a la venta el próximo martes en las tiendas de descargas digitales.

Los ingresos por la venta de estas canciones serán destinados a la fundación creada por Federici para luchar contra el melanoma.