El ministro de Sanidad, Bernat Soria, aseguró ayer que ayudar a alguien a que ponga fin a su vida, el suicidio asistido, no se incluye en el debate que el PSOE ha abierto en su congreso sobre el derecho a morir dignamente y sin dolor, ya que considera que "esta opción pertenece al ámbito del Código Penal".

Soria hacía estas declaraciones en la presentación del "Barómetro Sanitario de 2007", donde subrayaba que el debate está en "el derecho a morir sin sufrimiento y sin la tortura que supone una muerte con mucho dolor", un reconocimiento legal del que dejaría fuera el suicidio asistido por pertenecer al ámbito de lo penal.

El titular de Sanidad recordaba que la palabra eutanasia, que significa "buen morir" está siendo empleada con significados "muy distintos" según quien emplee el término.

Así, insistió en que el Ministerio de Sanidad trabaja con la estrategia de cuidados paliativos a fin de que cualquier ciudadano pueda tener acceso a un protocolo médico establecido y aceptado por la comunidad científica para "evitar el sufrimiento, disminuir el dolor y garantizar una muerte digna".

"Otro aspecto importante es la limitación del esfuerzo terapéutico", añadió Soria, un derecho que reconoce al paciente poder decidir si no quiere recibir un tratamiento y sin el cual puede morir, lo que está dentro del "respeto de la autonomía del paciente".

En esta línea, apuntó que, gracias a los avances de la ciencia, esta limitación del esfuerzo terapéutico "puede llegar a ser ensañamiento terapéutico, es decir, que se llega o obligar al paciente a recibir un tratamiento cuando en realidad no desea recibirlo".

Durante el acto, en el que el Soria estuvo acompañado por el secretario general de Sanidad, José Martínez Olmos, y la subsecretaria de Sanidad, Consuelo Sánchez Naranjo, el ministro recalcó que la limitación del esfuerzo terapéutico es "un derecho paciente", a pesar de que, en algunos casos "puede conllevar la muerte".