Repetimos? Esa era la broma en los jardines del Ifevi minutos antes de la apertura de puertas para el concierto de Bob Dylan. Poca gente joven y mucho incondicional veterano. Difícil encontrar a algún asistente que se estrenara en Vigo con el padre de Hurricane. La mayoría ya lo había visto al menos dos veces, la última en Santiago de Compostela, e incluso había quien repetía en la ciudad olívica tras pasar por la apertura de gira de Modern Times en Zaragoza.

Ni grandes colas en la entrada ni fans quinceañeras esperando por su ídolo desde las nueve de la mañana en las inmediaciones del recinto como ocurrió con Lenny Kravitz. Total tranquilidad entre un público que pareció contagiarse del aplomo de un artista esquivo durante su breve estancia en la ciudad y del que todos esperaban ver "su mejor cara".

Goteo constante de público desde las seis de la tarde y, eso sí, largas colas a partir de las ocho y media en las vías de acceso a Cotogrande. Importantes retenciones y dispositivo especial de Tráfico para canalizar a los miles de seguidores, la mayoría de los cuales llegaron con el tiempo justo para ver las últimas canciones del telonero, Pedro Javier Hermosilla.

Las críticas desiguales de sus conciertos de apertura de gira en la expo de Zaragoza y Pamplona no minaron el ánimo del público que acudió a ver a Dylan a Vigo y que llegaba desde los lugares más dispares. Valga como ejemplo un matrimonio de EEUU que estaba de vacaciones o grupos de amigos desde Lalín, Burela, A Coruña, Pontevedra, León u Oviedo. No mucho más lejos porque el tour del artista viajará por hasta once ciudades en toda España, cubriendo buena parte del territorio nacional.

Valga como ejemplo de lo dispar del público un seguidor de Dylan que lleva 40 años siguiendo sus giras y se desplazó ayer a Galicia después de ver sus recitales en Zaragoza y Pamplona, definido por Guillermo Meléndez como "memorable". Gran seguidor y conocedor de toda su discografía y diferentes etapas musicales, se toma a broma las críticas por su exigencia de no dejar entrar cámaras y se pregunta "¿pero cuándo dejó fotografiarse? Nunca lo hizo y a quien le conozca de verdad no debe sorprenderle."

Debate

Aunque a los más veteranos la timidez del último Premio Príncipe de Asturias no les afecta, lo cierto es que éste era de hecho uno de los temas más comentados en la entrada. Bromas del estilo "¿qué llevas en el bolso?" las cruzaban los grupos de amigos apostados junto a la verja del Ifevi en busca de un sombra en la que descansar antes del concierto. Mucha ironía pero poca preocupación por un tema que pensaban solucionar utilizando sus móviles. Todos eran conscientes de que ésta era un concierto "único" y distinto a los demás, sin comparación con el show ofrecido por Kravitz. Artistas distintos y público también distinto, este último más tranquilo, mayoritariamente adulto y que ama a su ídolo por su trayectoria.