Edwards (Santiago de Chile, 1931), viajó a Bogotá para presentar su novela "La casa de Dostoievsky", con la que ganó este año la segunda edición del Premio Planeta-Casamérica.

Esta novela del Premio Cervantes 1999 se centra en la vida de los poetas con escenas en el viejo Santiago de Chile, y también en La Habana y París, donde vivió el autor como diplomático o como exiliado.

Edwards se refirió, en entrevista con Efe, a la situación política de su país, presidido por Michelle Bachelet, para afirmar que "Chile está fundamentalmente estable y yo creo que bien, dentro de sus limitaciones porque todavía tiene que desarrollarse mucho".

Agregó que "este populismo latinoamericano que nosotros conocemos, el de Hugo Chávez (presidente de Venezuela) está produciendo una especie de exasperación en la gente, que no se contenta con este proceso gradual y quiere ir más rápido, cambiar".

Chile "es un país que, dentro del conjunto latinoamericano, ha hecho las cosas relativamente bien", expresó.

La novela más reciente de Edwards surgió, según el autor, de "una casa muy destartalada y medio ruinosa, del centro de Santiago de mis tiempos y Dostoiewsky y los rusos eran una gran lectura de mi tiempo".

"Para mí pasar de ese mundo muy ordenado que era la familia y el colegio, a la literatura, fue un paso fuerte y lo di porque yo empecé a leer desde muy chico y, casi sin darme cuenta, de leer pasé a escribir", señaló el novelista, quien recuerda que leyó mucha poesía, "cosa que era un poco rara para un chico".

Edwards agregó que siguió leyendo y observando a los poetas y conoció a muchos, entre ellos a Pablo Neruda, Premio Nobel de Literatura de 1970, de quien sería consejero décadas más tarde cuando éste fue embajador en París.

Y advirtió de que "como los poetas son seres más o menos desvalidos, a veces inspiran sentimientos de protección en las mujeres".

"Nosotros fuimos una generación muy iconoclasta y muy crítica, bastante destructiva con relación al orden existente en ese tiempo y hacíamos una crítica que tenía bastante influencia del marxismo y del existencialismo", añadió.

Jorge Edwards subrayó que nunca ha escrito un novela o ensayo para ganar un premio y en el caso de esa obra galardonada, llevaba en proceso más de quince años como cuento y la retomó hace tres años para convertirla en novela.

Precisó que fue su agente literario quien le contó de un premio literario de España y de América -el Planeta-Casamérica- en el que "La casa de Dostoievsky" podía interesar.

"Yo siempre he sentido que soy un escritor de las dos orillas -España y América- desde hace bastante tiempo", señaló Edwards.

El escritor indicó que su próxima obra "todavía está muy verde", pero puede ser un libro de cuentos.

"Y después de eso pienso una novela nueva, un libro de memorias.

Me gustaría hacer unas memorias de un periodo que esta bastante virgen para mí, memorias de infancia y adolescencia, del colegio de los curas jesuitas, del viejo Chile, del viejo Santiago, de la entrada en la poesía y del paso a la literatura", explicó.

Jorge Edwards fue embajador del Gobierno de Salvador Allende en Cuba, antes de exiliarse en España tras el golpe de Estado del general Augusto Pinochet en septiembre de 1973.

Es autor de numerosos libros, entre ellos la novela autobiográfica "Persona non grata", publicada a raíz de sus críticas a Cuba y su expulsión de la isla; y "Adiós, poeta...", un homenaje a Neruda.