El escritor jerezano, quien ha pronunciado en Sevilla la lección magistral de clausura del VI Congreso Nacional de la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE), ha opinado que el español es un idioma "que a los mil años de haber nacido goza de una expansión espectacular".

"Todos los que usamos, con registros diversos el español, somos copropietarios de una riqueza que ningún país posee en exclusiva; no es que este consorcio determine nuestro magnífico pasado cultural, es que sigue garantizando espléndidamente nuestro provenir", ha enfatizado.

Ha considerado un "despropósito" que se pretenda que todos los hispanohablantes obedezcan a los mismos preceptos léxicos y sintácticos puesto que tampoco pertenecen a la misma geografía o historia.

"Los hispanohablantes no debemos ni podemos ser superficialmente iguales, pero sí debemos igualarnos en el respeto a una norma panhispánica que, como una partitura, admite una variedad ilimitada de ejecuciones sin dejar de ser la misma", ha añadido.

Caballero Bonald ha contrapuesto la fecundidad del mestizaje hispanoamericano, que ha considerado "un paradigma histórico", con el "carácter peyorativo" que esta mixtificación tiene en el mundo anglosajón y que, en su opinión, se reflejó en la conquista de Norteamérica por los puritanos calvinistas "que aniquilaron" a los propietarios de aquellas tierras.

"Resulta fascinante recorrer ese inmenso territorio que va desde el sur de Chile o Argentina hasta el norte de México, y aún penetra en Estados Unidos, y entenderse en su misma lengua dentro de su natural diversificación de matices", ha añadido.

Esta "evidencia emocionante" debería de bastar, según Caballero Bonald, para "ratificar" que, "al margen de todos los agravios y expolios de la historia", las mezclas culturales fraguadas en Hispanoamérica propiciaron "una siembra lingüística que llegó a convertirse en uno de los grandes logros de la presencia española en América".

"Desmantelamos, quién lo duda, civilizaciones insignes; exportamos fanatismos e intolerancias, pero abrimos la senda fecunda de una cultura literaria común que prevaleció hasta nuestros días", ha apostillado.

En su opinión, los más de cuatrocientos millones de hispanoparlantes forman una familia numerosísima "en la que cada miembro actúa según los referentes de su propia tradición".

"Confío en que los historiadores de la literatura, en vez de seguir empeñados en parcelaciones regionales, se refieran a un único ámbito de la poesía y la prosa que se escriben en las distintas áreas geográficas de la lengua", ha concluido.