La capilla ardiente fue instalada en la Filarmónica Nacional de la capital kirguís, Bishkek, adonde entre otros acudió el presidente de Kirguizistán, Kurmanbek Bakíev, quien ha declarado este sábado día de duelo nacional por la muerte del escritor.

Miles de personas hacen cola para dar su último adiós al novelista en la sala de la Filarmónica, donde se encuentran una guardia de honor y los familiares de Aitmátov, incluida su viuda María y los cuatro hijos, según la agencia rusa Interfax.

Antes de recibir sepultura, el ataúd con su cuerpo se detendrá en la plaza central de Bishkek, Ala-Too, y se guardará un minuto de silencio.

Aitmátov será enterrado esta tarde en el complejo conmemorativo de Ata-Beit, a las afueras de la ciudad, lugar en el que se halla también la tumba de su padre, Torekul Aitmátov, una importante figura política en los años 30 del siglo pasado.

El complejo de Ata-Beit está en la localidad de Chon-Tash, 20 kilómetros al sur de la capital, Bishkek, y en él yacen los restos mortales de figuras políticas víctimas de represalias y ejecutadas a finales de los años 30, como el caso del padre de Aitmátov.

Aunque la ceremonia de despedida es laica, el alcalde de Bishkek, Damiyar Usénov, anunció que el entierro se efectuará según la tradición musulmana kirguís, por la que los restos serán enterrados envueltos en una sábana.

En un comunicado firmado por el presidente, el primer ministro, Ígor Chudinov, y otras figuras políticas del país, Kirguizistán ha expresado sus condolencias por la "irremediable pérdida" de "uno de los escritores más importantes de finales del siglo XX y principios del XXI".

Según el texto, la obra de Aitmátov "expresa con gran fuerza el colorido nacional, problemas actuales, la esencia espiritual y moral del ser humano, la sed de verdad y la decisión de consolidar la justicia, la aspiración de despertar la conciencia, el coraje y el humanismo en las personas".

El documento destaca también la aportación del insigne escritor en "la conservación de los valores culturales y el renacimiento del idioma kirguís y la cultura nacional".

Nacido en diciembre de 1928, escribía tanto en kirguís como en ruso, y sus obras literarias y filosóficas han sido traducidas a más de 170 idiomas y se han hecho más de 40 millones de copias.

Aitmátov, que ejerció hasta marzo pasado el cargo de embajador kirguís en Francia, Bélgica, Luxemburgo y Holanda y representante ante la OTAN y la UNESCO, recibió numerosos premios nacionales e internacionales, como la Orden de Lenin soviética (1963).