El canciller peruano, José Antonio García Belaúnde, recomendó hoy no ir a ver la última entrega de Indiana Jones por los errores que la película comete sobre Perú, donde se ambientan las aventuras de esta leyenda cinematográfica.

En declaraciones a la Cadena Peruana de Noticias (CPN), el ministro de Exteriores ironizó sobre las inexactitudes sobre Perú que aparecen en la película "Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal", tras lamentar que los productores del filme no hayan invertido "un poco en investigar bien".

La última entrega de la saga de Indiana Jones, personaje cinematográfico interpretado por la estrella de Hollywood Harrison Ford, creó malestar entre el público peruano por los gruesos errores que comete, al ubicar las aventuras de este arqueólogo en parajes del país andino.

Así, el explorador afirma en un momento de la película haber aprendido quechua, una de las lenguas oficiales de Perú, mientras participaba en la revolución mexicana junto al célebre Pancho Villa.

Además, el filme incurre en errores al situar a la localidad costera Nazca, unos 460 kilómetros al sur de Lima, en la región andina de Cuzco, a más 800 kilómetros al sureste de la capital peruana, y ambienta la escena con música ranchera mexicana.

Allí, Jones y su hijo Mutt encuentran gente vestida a la usanza andina, pese a que Nazca se encuentra a nivel del mar, cuando Cuzco está a más de 3.000 metros de altitud.

Los dos personajes también encuentran en lo que es en la película Nazca la tumba del conquistador Francisco de Orellana, que desapareció en 1546 en la selva amazónica, a más de 2.000 kilómetros de esa localidad.

Otro de los errores señalados por los cinéfilos peruanos es el hallazgo, en medio de la Amazonía, de una ciudadela inspirada abiertamente en motivos mayas, cuando ésta fue una civilización que se desarrolló en la península del Yucatán, en los actuales México y Guatemala.

El canciller peruano matizó que estos errores son concesiones que se dan en este tipo de obras de ficción y comparó las incongruencias de Indiana Jones con las de la película Troya, protagonizada por Brad Pitt, cuyo contenido "no tiene nada que ver con la Iliada", del poeta griego Homero (siglo VIII a.c).

"Con sinceridad, Troya fue peor", añadió el ministro.

La cuarta película de Indiana Jones, dirigida por Steven Spielberg, se estrenó mundialmente durante el pasado festival de Cannes (Francia) después de casi 20 años de espera, y recaudó cerca de 300 millones de dólares (195 millones de euros) en sus primeras semanas de exhibición.