Ágatha de Santos / VIGO

Cuarenta años lleva Alfonso Philippot investigando sobre el origen gallego de Cristóbal Colón, tesis que ya planteó a finales del siglo XIX el historiador Celso García de la Riega en su libro "Colón español", basado en documentos de los archivos de Pontevedra en los que figuraba una larga lista de navegantes apellidados Colón. La historia oficial admite que la finca pontevedresa "La puntada" perteneció a Mariano Colón de Toledo, duque de Veragua, descendiente del almirante. A pocos metros, en Porto Santo (Poio), se hallan las ruinas de la llamada "Casa natal de Cristóbal Colón".

"Hay muchas coincidencias en las trayectorias de ambos personajes que nos induce a pensar que se trata de la misma persona", afirma Philippot, autor de "La identidad de Cristóbal Colón" y "Colón gallego, el almirante de las mil caras". Pero si hay un dato clave éste es, asegura, la audiencia que ambos tuvieron el 20 de enero de 1486 en la corte de Castilla. Según Philippot, Pedro Madruga habría ido a ver a los Reyes Católicos para intentar recuperar sus propiedades y con un proyecto: una nueva ruta hacia las Indias.

Pero, ¿cuándo y por qué se produce el cambio de identidad? "Los Reyes Católicos obligaron a Pedro Madruga a exiliarse en Portugal tras tomar partido por Juana la Beltraneja. Esto sucedió en 1479, fecha en que, según los historiadores portugueses, llegó a Lisboa Colón. Muchos de los que huyeron utilizaron distintos apellidos para no ser reconocidos. Pedro Madruga adoptó el de su madre, Constança de Colón, y el nombre de su infancia, Cristóbal", relata Philippot, quien matiza que Pedro es el nombre con el que Fernán Eanes de Soutomaior rebautizó a su hijo bastardo cuando le tuteló, en 1440.

Philippot aporta un documento de propiedad del 14 de octubre de 1496 alude a un tal XPº de Colón, dueño de una finca heredada en Pontevedra, abreviatura que según asegura, corresponde a Xristóval Pedro. "Acerca de la dualidad de su nombre, Petrum Colonum, informaron ya Lucio Marineo Sículo, en 1530, y Gaspar Frutuoso, en 1580, en su obra "Saudades da terra", agrega.

El empleo de vocablos en gallego y el de topónimos de las Rías Baixas en muchas villas fundadas en el nuevo continente también constituye otra prueba del origen gallego del descubridor. "Por si fuera poco -agrega-, la nave capitana del primer viaje la bautizó con el nombre de "La gallega" o "Santa María, la Gallega", tal y como constata el padre Sarmiento en una nota hallada en la catedral de Lugo", agrega.

"Otro dato relevante es que uno de los hijos de Pedro Madruga,Cristóbal, acompañó al virrey, don Diego Colón, en su viaje a las Indias como lugarteniente de Ponce de León. En Puerto Rico fundó las villas de Távora, en memoria de su madre, y Sotomayor en honor a su padre", añade Philippot que encontró también una carta del alcalde de San Juan al rey Fernando, del 25 de noviembre de 1511, informando de la muerte de Cristóbal Colón de Soutomaior a manos de los indios.

También ha encontrado Philippot coincidencia de parentesco entre ambos personajes. "Durante su estancia en Portugal, Pedro Madruga se alojó con Pedro Correa de Acuña, primo de Teresa de Távora y marido de Elena Perestrello, media hermana de Felipa Muñiz (esposa de Colón)", relata.

Philippot hace referencia además al museo dedicado a Colón en Pensilvania (EE UU), con objetos del castillo de Soutomaior, vendidos por la marquesa de Ayerbe, María Vinyals, heredera del marqués de la Vega Armijo. "Entre éstos están la espada de oro, el escritorio y el escudo de Colón, sobre el que se grabó el suyo el marqués de Mos, y gran parte del mobiliario del castillo, en cuya decoración figura la concha de vieira del escudo de esa casa", alude.