El consejo comunal del municipio bruselense de Ixelles ha sido el primero en aprobar una moción contra el sistema, mientras que miles de personas han firmado una petición bajo el título "Los jóvenes no son parásitos", según recoge hoy el diario "Le Soir".

El llamado "Mosquito", un dispositivo de uso extendido en el Reino Unido, aprovecha la capacidad de los jóvenes para escuchar sonidos de alta frecuencia, que disminuye pasados los veinte años, y es utilizado para ahuyentar a los adolescentes de diversos lugares.

Actualmente, se calcula que en Gran Bretaña hay unos 3.500 de estos aparatos en funcionamiento, que también se utilizan en menor medida en otros países como Holanda, Francia, Alemania y Suiza.

La mayoría son instalados por empresas e instituciones privadas que pretenden alejar a los jóvenes de sus edificios, aunque también han sido usados por la policía y por organismos públicos.

En los últimos meses, los fabricantes del "Mosquito" han recibido una decena de peticiones procedentes de Bélgica y una solicitud de información técnica por parte de un ministerio de este país, señala "Le Soir".

Sin embargo, la sociedad belga y varios dirigentes políticos a título individual -entre ellos el ministro del Interior, Patrick Dewael- han expresado ya su rechazo hacia este dispositivo, calificado por muchos de "violento" e "inmoral".

El asunto ha llegado también a los tribunales, pues los padres de un joven de la localidad de Aywaille (este del país), han presentado una denuncia contra un banco que colocó un "Mosquito" en la fachada de una de sus sucursales, primer caso que se conoce en Bélgica de utilización del aparato.

Aunque el dispositivo fue retirado tras la mediación del alcalde, los denunciantes han anunciado que seguirán adelante con el caso al considerar que el sistema atenta contra la libertad de asociación y de circulación y supone una agresión física a los jóvenes.