En el transporte público de Graz, la segunda ciudad más grande de Austria, está desde hoy prohibido hablar con los teléfonos móviles para reducir la contaminación sonora, que aparentemente molesta a cada vez más ciudadanos.

Con motivo del Día Mundial del Ruido, el alcalde de la ciudad, Siegfried Nagl, colocó hoy las primeras pegatinas en los tranvías y autobuses en las que se insta a los pasajeros a no utilizar sus teléfonos para hablar y, por tanto, a apagarlos o mantenerlos en modo silencioso.

Graz se encuentra en el sur de la república alpina y cuenta con unos 300.000 habitantes.

La decisión de prohibir hablar por teléfono en el transporte público de Graz se basa en una decisión conjunta tomada por el Partido Popular de Austria (ÖVP) y el partido ecologista "Los Verdes".

Ambas formaciones aseguran que, según una encuesta, un 79 por ciento de los habitantes de la ciudad se sienten incómodos por estar siempre localizables en sus móviles.

Además, un 42 por ciento pide explícitamente que se prohíba su uso en los autobuses, tranvías y trenes de Graz, pero también en los consultorios médicos y hospitales.

La norma, que entró hoy en vigor, estipula que, por respeto a los demás pasajeros, sólo se podrán usar los móviles sin sonido en sus funciones de mensajes de texto, Internet y juegos, pero no se debe hablar por ellos.

Los conductores y revisores deberán recordar a los pasajeros de la nueva norma y en caso de molestias graves podrán expulsar a pasajeros, aunque por ahora no se prevé la imposición de multas.

El líder del Partido Popular de Austria (ÖVP) en Graz aseguró que muchas ciudades en Europa están pensando en una prohibición de los móviles en el transporte público, pero hasta ahora "nadie ha tenido el valor" de ponerla en la práctica.