Otro de los aspectos que se abordaron ayer en las XXXV Jornadas Nacionales Socidrogalcohol es la conveniencia o no de habilitar "botellódromos" en las ciudades para que los jóvenes se puedan reunir a beber los fines de semana sin molestar a los vecinos que exigen su derecho a dormir plácidamente, una iniciativa que ya han puesto en marcha varios ayutamientos andaluces.

Para María Teresa Cortés, los botellódromos son "una alternativa más", pero no son la solución a un problema que tiene un doble componente, "el social y el sanitario". "Habilitar espacios para que los jóvenes se reúnan a beber acabaría con el problema del ruido y los destrozos en la calle, pero fomentaría aún más el problema sanitario, que es el más importante", subrayó la psicóloga.