Amnistía Internacional (AI) denunció ayer que la falta de interés del Gobierno y de las autoridades judiciales por combatir la xenofobia ha provocado que este tipo de agresiones pasen desapercibidas en España y que sus víctimas sean "invisibles".

En la presentación del informe "España, entre la desgana y la invisibilidad", el director de AI España, Esteban Beltrán, explicó que, cada año, la Guardia Civil recibe entre diez y veinte denuncias de ataques racistas y la Policía Nacional, entre ochenta y cien.

Sin embargo, según el Informe Raxen, apuntó Beltrán, en España se producen 4.000 ataques racistas cada año, incidentes que no se conocen porque el Gobierno no publica los datos oficiales de estos delitos, algo que sólo ocurre en otros cuatro países de la UE.

Esta "desgana" de las autoridades ha hecho que España esté a la cola de Europa en el combate contra el racismo y la xenofobia y que sea de los pocos países europeos sin un organismo nacional ni un plan de lucha contra la discriminación racial.

Según Amnistía Internacional, en España proliferan los sitios web y publicaciones racistas y antisemitas, que actualmente tienen unos 15.000 miembros asociados. Además, España es uno de los países de la UE con mayores niveles de explotación sexual de inmigrantes, y donde el 30 por ciento de los gitanos vive en condiciones de exclusión.

El colectivo gitano

Mientras, la portavoz de la Fundación Secretariado Gitano, María Teresa Andrés, señaló que tres de cada diez gitanos viven en condiciones de pobreza y desigualdad, y criticó "la fuerte imagen social negativa que la sociedad española tiene sobre ellos". Ante esta situación, solicitó a los poderes públicos que tomen iniciativas para acabar con la discriminación e indefensión que vive este colectivo.

Por su parte, el coordinador del Colegio de Abogados para casos de racismo, Juan Antonio Iglesias, aseguró que muchas mujeres inmigrantes en situación irregular en España no denuncian los malos tratos que reciben de su pareja por "el miedo a que en la comisaría de policía les abran un expediente de expulsión".

Según datos del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), los españoles perciben la inmigración como el tercer problema social y sólo el 0,7 por ciento considera que existe racismo y que es un problema. Además, según el CIS, los españoles están aumentando las actitudes hostiles hacia el colectivo de inmigrantes.