Para justificar su defensa de la fusión nuclear como única alternativa suficiente para salvar la crisis energética, Tejada dio unas pinceladas básicas: "La mayor parte de la energía que se consume hoy día proviene de los combustibles fósiles, sea petróleo, gas natural o carbón. Estos combustibles se formaron de restos de plantas y animales que existieron en la Tierra durante la evolución habida en tiempos geológicos. Durante el último siglo y como consecuencia de la continua revolución tecnológica y crecimiento económico, hemos consumido gran parte de las reservas de combustibles fósiles. En cierta medida la Humanidad se ha comportado durante los últimos siglos como un joven rico que sale de `fiesta´ y durante un fin de semana se gasta la fortuna que sus ancestros habían acumulado durante generaciones y generaciones".

Explicó el físico que, si las anteriores constituían las denominadas energías no renovables, existían otras llamadas renovables, como la eólica, la hidráulica asociada a saltos de agua y la solar. "Pero en el presente -dijo- el consumo de estas energías a nivel mundial supone un pequeño pellizco de todo el consumo energético del mundo.Cara al futuro dos cosas parecen claras: una, que debemos explorar el uso cada vez más efectivo de las energías renovables y la otra que su uso no podrá nunca satisfacer todas nuestras necesidades".

Insistió Tejada en la transcendencia de esto último con un ejemplo más: "De las tres energías renovables mencionadas, la solar es la más prometedora. Pues bien, resulta que el rendimiento de las baterías solares que fabrique el hombre no podrá ser nunca mayor que el de las `baterías´ naturales fruto de la evolución biológica, las plantas. En el último siglo hemos gastado la energía que dichas baterías habían acumulado durante 110 millones de años".