El príncipe Felipe, esposo de la reina Isabel II, fue dado de alta ayer del hospital londinense King Edward VII, donde ingresó el pasado jueves aquejado de una infección pulmonar.

El duque de Edimburgo recibió el alta médica en torno a las 12:30 horas y poco después abandonó el centro por su propio pie para subir a un coche negro que le esperaba en la puerta.

El esposo de la reina Isabel II, de 86 años, ha pasado tres noches en el King Edward VII, donde se ha sometido a una revisión médica como medida de precaución y ha sido tratado bajo la supervisión del médico de la soberana, John Cunningham.

Durante su estancia, el duque de Edimburgo se ha dedicado a adelantar trabajo y a escribir correspondencia, según la prensa. Por cuestiones de seguridad y para no llamar una atención excesiva, no ha recibido la visita de ningún miembro de su familia, si bien algunos ciudadanos le hicieron llegar tarjetas y ramos de flores.

El duque convalecerá ahora en el castillo de Windsor, según señalaron fuentes del Palacio de Buckingham, que precisaron que su programa de compromisos para esta semana ha sido cancelado a la espera de que concluya su recuperación.

Estaba previsto que mañana asistiera a una cena en el castillo de Windsor para conmemorar el sexagésimo aniversario de la creación del Estado de Israel. Un resfriado le impidió el pasado miércoles asistir a un servicio religioso en memoria del alpinista neozelandés Edmund Hillary. El jueves, era ingresado.