El suceso ocurrió en marzo en la ciudad Zhengzhou, en la provincia central de Henan, cuando las dos muchachas, una de 17 y otra de 19 años, fueron al salón y eligieron un servicio de unos cinco dólares, que incluía lavado, corte y secado de pelo.

Para su sorpresa, cada una de las facturas ascendió a 850 dólares, según argumentaron los empleados del salón, porque habían utilizado un determinado tipo de champú y les habían hecho la permanente.