Un ensayo clínico dirigido por el investigador español Pedro Alonso en Mozambique ha demostrado por primera vez la eficacia de una vacuna contra la malaria en bebés de pocas semanas de vida.

El estudio, que hoy se ha presentado en una multitudinaria rueda de prensa en el Hospital Clínico de Barcelona, marca "un hito en la lucha contra la malaria", según ha dicho Pedro Alonso en videoconferencia desde Seattle (Estados Unidos), donde ha dado a conocer simultáneamente los resultados del trabajo.

El ensayo, publicado en la revista The Lancet, se ha llevado a cabo en la provincia mozambiqueña de Manhiça, situada en el sur del país, y en él han participado 214 bebés de entre 10 y 18 semanas, que han respondido satisfactoriamente a la administración de la vacuna, desarrollada por la farmacéutica belga GlaxoSmithKline.

El doctor John Aponte, primer firmante del estudio, ha explicado que, tras medio año de seguimiento de la evolución de los bebés, la vacuna ha demostrado ser eficaz, al reducir en un 65% las nuevas infecciones de niños, después de tres meses de haber recibido un tratamiento consistente en tres dosis.

"Es la primera vez que se muestra la eficacia protectora contra infecciones de malaria en niños tan pequeños", ha señalado Aponte, que ha recordado que esta enfermedad parasitaria, que se transmite por picaduras de mosquito, causa más de un millón de muertes al año en todo el mundo, principalmente en el África subsahariana.

La eficacia observada en este grupo de población es coherente con lo observado en un estudio en niños de Mozambique de uno a cuatro años, donde las nuevas infecciones se redujeron en un 45%, según datos publicados en 2004.

Aponte ha subrayado que el objetivo prioritario de este ensayo de Fase II ha sido valorar si la vacuna, denominada RST,S/ASO2D, podía ser administrada con seguridad en bebés, el grupo de edad más vulnerable ante las complicaciones graves y de muerte por infección del parásito "Plasmodium falciparum". Estos resultados esperanzadores allanan el camino para la elaboración de un estudio en Fase III, que empezaría en la segunda mitad de 2008.

"Un ensayo de Fase III exitoso -ha indicado Aponte- podría significar que la vacuna se presentaría a las autoridades competentes en 2011".

El estudio dirigido por Pedro Alonso ha sido realizado en el Centro de Investigación en Salud de Manhiça por científicos del Hospital Clínico, de la Universidad de Barcelona y del Ministerio de Salud de Mozambique, y ha sido financiado gracias a una donación económica de la Fundación Bill y Melinda Gates.

"Estos resultados son un paso enorme adelante en el desarrollo de nuevas herramientas de control de la malaria", ha señalado Alonso, que ha lamentado que durante años no se hayan dedicado los recursos humanos y económicos suficientes a la lucha contra esta letal enfermedad, que "afecta a los pobres y los mantiene en la pobreza".

Es por ello que el desarrollo de esta vacuna, fruto de la colaboración de países, instituciones y entidades públicas y privadas, debe convertirse en "un paradigma de lo que tiene que ser la cooperación internacional de vanguardia para luchar contra algunos retos de la salud mundial", según el investigador español.

En este sentido, la secretaria de Estado de Cooperación del Ministerio de Asuntos Exteriores, Leire Pajín, que ha acompañado a Alonso a Seattle, ha destacado la importancia de "sumar esfuerzos" para obtener resultados satisfactorios como estos.

"Hoy es un día muy importante para la ciencia, la medicina y la investigación, pero sobre todo en el combate contra la pobreza", ha indicado Pajín.