El concello de Gondomar se sitúa en el Área Metropolitana de Oporto y por su territorio fluye el Douro a lo largo de 37 kilómetros. El río y sus paisajes son los emblemas de este municipio de múltiples atractivos, integrado en la Rota da Filigrana por su larga tradición orfebre. La Semana Santa es una época idónea para disfrutar y conocer esta tierra privilegiada bendecida por las aguas.

El Douro en su trayecto forma parajes idílicos que permiten el turismo náutico y de naturaleza. Aquí están las playas de Lomba, Melres y Zebreiros, entre otras, con puerto deportivo en Covelo y Melres, totalmente equipados para recibir embarcaciones. Son arenales tranquilos y hermosos, vigilados durante la época veraniega, que los convierten en la alternativa perfecta frente a la masificación costera.

El amplio patrimonio cultural de Gondomar es visible en el Solar da Bandeirinha -del siglo XVI-, la Casa Branca de Gramido -del XVIII- o, en arquitectura religiosa con iglesias como la de Rio Tinto, la de São Cosme y la de São João da Foz do Sousa, impresionantes con su talla dorada.

En arquitectura contemporánea destaca el Multiusos de Gondomar, diseñado por Álvaro Siza Vieira, convertido en un referente de la región Norte y escenario de grandes eventos.

El río Douro influye también en la gastronomía, en la que el sable y la lamprea son sus productos más emblemáticos. El concello tiene además un afamado caldo de nabos y, en repostería tradicional, destaca el “Coração de Gondomar” y el “Mimo D´Ouro”, dulces inspirados en productos regionales como las nueces, el nabo y la miel.

La orfebrería sigue muy viva en Gondomar y áun hoy es su principal ctividad económica. En oro o plata, de aquí salen creaciones únicas para todo el mundo.

Capital de la orfebrería

La Ruta de la Filigrana impulsa esta secular artesanía

Los principales polos de fabricación de filigrana portuguesa se localizan en las inmediaciones de Oporto, con Gondomar como uno de los grandes centros productores. Esta artesanía nace de la sabiduría de siglos, en pequeños talleres manuales con técnicas transmitidas a través de generaciones. Para dar a conocer este patrimonio, Gondomar cuenta con la Rota da Filigrana, con la que se quiere proyectar a los genuinos “ourives” de la tierra. En los talleres se pueden ver -y adquirir- piezas únicas, además de conocer al autor y seguir todo el proceso productivo.