Uno de aspectos más duros de la paternidad son las noches. Desde que nacen los hijos, y a pesar del dicho aquel de dormir como un bebé, las noches se vuelven duras para los padres. Primero son los horarios de las tomas y biberones, pero según crece el niño, aparecen las pesadillas y los terrores nocturnos.

Dos tipos de trastornos del sueño (parasomnias), con grandes diferencias entre ellas.

Diferencias entre pesadillas y terrores nocturnos

Las diferencias entre ambos trastornos nos las aclara la doctora Goretti Morón Nozaleda, psiquiatra infantil del Hospital Niño Jesús:

  • La primera diferencia radica en el momento de la noche en la que surgen estos trastornos.

Como explica la psiquiatra “los terrores nocturnos ocurren en la primera mitad de la noche y las pesadillas se dan en la segunda mitad de la noche, por la fase del sueño a la que afectan”.

Los terrores nocturnos asustan más a los padres que las pesadillas de los niños Foto de Artem Maltsev en Unsplash

  • Otra diferencia es la edad a la que se producen cada uno de estos trastornos.

Los terrores nocturnos empiezan en niños más pequeños entre 3 y 6 años”, mientras que las pesadillas son más prevalentes entre niños de 4 a 8 años. 

  • - También existen diferencias en la reacción del niño ante uno u otro trastorno.

“En los terrores nocturnos el niño se despierta muy agitado, mirando a la pared, aterrado, rígido. Esto dura unos minutos tras los cuales el niño se vuelve a dormir. Y es característico que cuando el niño se despierta no recuerda nada de lo que ha ocurrido, no sabe que ha sentido miedo. Es un proceso cerebral del sueño que el niño no lo interioriza”.

Como explica la especialista, es como un estado de sonambulismo, otro trastorno del sueño que se suele dar conjuntamente con los terrores nocturnos.

  • En el caso de las pesadillas es diferente:

El niño se despierta, es capaz de explicar lo que le está pasando y “a la mañana siguiente, sabe que ha tenido una pesadilla e incluso puede recordar su contenido". 

Tras un terror nocturno el niño no recuerda nada de lo que ha ocurrido. Stockking. Freepik.

¿Cómo afectan los terrores nocturnos al niño?

Aunque es cierto que tener un niño con terrores nocturnos en casa representa un problema para el descanso de toda la familia, la doctora Morón lanza un mensaje de tranquilidad a los padres porque al niño “no le pasa nada. Se trata de un proceso evolutivo que sufren alrededor de un 5% de los niños”. 

  • “En realidad, el terror nocturno per se, por mucho que el niño parezca aterrorizado no pasa nada. Con la edad estos terrores disminuyen hasta desparecer".

Eso sí, en el caso de que estos terrores se repitan con frecuencia y notemos que está afectando seriamente al descanso del niño, “sí sería importante descartar otras patologías que pueden estar provocando esos terrores”, advierte la psiquiatra infantil. 

Porque entre los problemas que puede haber detrás de este trastorno del sueño se encuentra la epilepsia.

  • “Si el pediatra considera que es necesario realizar un electroencefalograma o un estudio del sueño para confirmar o descartar que esta patología esté detrás de los terrores nocturnos sería muy importante hacerlo”. 

“También habría que descartar que el niño esté sufriendo apneas del sueño”, que estén provocando este trastorno y que deben ser tratadas. 

¿Y las pesadillas?

Ocurre algo similar. Como nos explica la doctora Morón, aunque provoquen cansancio familiar, las pesadillas es un trastorno del sueño evolutivo y no pasa nada”. 

  • “Solo hay que estar pendiente de si el niño está más cansado y tratar de saber qué está provocando esos miedos, que no tiene por qué tener un trauma, sino cualquier cosa sin importancia. 

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Y mientras estos terrores y pesadillas ocurren, la única receta de esta experta para afrontarlos es la paciencia y transmitir tranquilidad al niño.

“Los padres deben estar tranquilos ante estos trastornos del sueño que son normales en las etapas del niño. Solo de esta manera se puede tranquilizar al niño. Si los padres transmiten nerviosismo todo se aumenta”, señala la doctora Morón.