Rafa Nadal ha vuelto a dejar claro que París es su mejor escenario, como demuestran sus 14 títulos de campeón en Roland Garros.

Pero la del domingo no ha sido una victoria nada fácil. El tenista ha explicado que tuvo que jugar casi todo el torneo, incluida la final contra el noruego Casper Ruud, con el nervio sensible del pie izquierdo anestesiado.

Era la única manera de aliviar el dolor de la lesión crónica que le fue diagnosticada con tan solo 19 años (coincidiendo con la primera vez que ganó sobre la tierra batida de la Philippe-Chatrier) y que solo 24 días antes de la final le obligó a retirarse, cojo, del Torneo de Roma.

La dolencia responde al nombre de síndrome de Müller-Weiss, una enfermedad degenerativa en el hueso escafoides y que produce un intenso dolor.

Además, es una enfermedad muy complicada de diagnosticar (solo se percibe a través de una radiografía específica) y lo normal es que cuando se descubre ya esté en un estado muy avanzado. Sobre todo porque se desarrolla durante la infancia pero la sintomatología no suele presentarse hasta la edad adulta (la media de los pacientes ronda los 50 años). 

Cómo se puede tratar

El tratamiento habitual, si se ha diagnosticado de forma precoz, es una combinación de plantillas y fisioterapia, aunque también se pueden realizar infiltraciones en la zona afectada.

Pero Nadal no es una persona corriente, y el trabajo que le obliga a hacer a su pie con las horas de entrenamiento diarias y los torneos, hace que el tratamiento habitual se quede muy corto y haya acabando por perder su efectividad.

Así que como el estado de su pie ha llegado al límite, y la situación no se puede prolongar en el tiempo, su equipo médico ha decidido aplicar a Rafa una terapia "totalmente innovadora", como la ha calificado el doctor Ian Macveigh, jefe de la Unidad del Dolor de la Clínica CEMTRO, ya que nunca se ha aplicado en esta dolencia.

Rafa Nadal, en un momento de la entrevista.

Así lo ha detallado el propio Rafa Nadal:

  • "Vamos a hacer un tratamiento que consiste en una intervención en los dos nervios. Esto es algo que me ha ido bien y que ya me quitó el dolor en el pasado. Son inyecciones con radiofrecuencia pulsátil que me podrían ayudar a disminuir la sensación que tengo en el pie. A ver si con este tratamiento podemos dejar el nervio medio dormido".

Esa radiofrecuencia pulsada, o pulsátil, es una técnica que realizan los anestesistas para tratar varios tipos de dolor crónico.

Se utiliza generalmente para otras patologías como la neuralgia de Arnold (afección que produce dolor en el nervio occipital -parte posterior de la cabeza-) o con hernias de disco en la columna vertebral, pero nuestro especialista nunca la ha visto utilizar para esta dolencia.

“El dolor puede desaparecer durante unos seis meses”

Doctor Ian Macveigh - jefe de la Unidad del Dolor de Clínicas Cemtro

¿En qué consiste la radiofrecuencia pulsátil?

"Insertar en el punto de dolor (uno o varios nervios) un electrodo que aplica ondas de radio a una frecuencia determinada para crear un campo magnético y eléctrico en el nervio y todos los tejidos periféricos, produciendo una neuromodulación", señala el especialista Ian Macveigh.

Una neuromodulación evita que ese nervio afectado dispare “señales de dolor” o al menos consigue que “sean percibidas con menor intensidad”. 

La principal diferencia entre la radiofrecuencia convencional y la pulsada es que esta última utiliza una temperatura de 42 ºC (frente a los 80-90ºC de la tradicional).

También es importante que no es neuro destructiva, es decir, que no destruye los nervios afectados sino que los modula para reducir la sensación de dolor.

  • "El objetivo es que la señal del dolor sea menor".

Manacor erigirá una estatua de Rafa Nadal

Radiofrecuencia pulsada: ¿Cómo se realiza?

El doctor Macveigh destaca que tiene la virtud de que se trata de una técnica muy poco invasiva, aunque también tiene el problema de que "no se consiguen efectos muy duraderos en el tiempo".

¿Cuánto tiempo pueden durar?

"La respuesta es muy variable, ya que hay personas que pueden estar seis meses sin apenas sentir dolor mientras que a otras puede no servirles de nada".

Si nos ceñimos a la estadística que se maneja para el uso de la radiofrecuencia pulsada en otras dolencias, podríamos decir que la tasa de efectividad se sitúa entre el 70-80%.

Pero para este caso concreto no se puede predecir con antelación si será un tratamiento efectivo. “Es ensayo y error”, subraya el especialista. “No hay nada que perder”.

La radiofrecuencia pulsada se realiza en quirófano, en condiciones estériles, y es una técnica ambulatoria (no requiere ingreso hospitalario).

La duración estimada de este tratamiento es de unos 10 minutos.

Y si sale bien, se puede repetir.

Si la respuesta del tratamiento es positiva, la radiofrecuencia pulsada se puede repetir tantas veces como desee el paciente

Eso sí, la mejoría no es notable hasta "pasados unos diez días" y mientras se recomienda hacer reposo. 

Rafa Nadal JEAN CATUFFE / DPPI / AFP7 / Europa Press

¿Tiene efectos secundarios?

No. No tiene consecuencias, ya que no se produce una lesión térmica en el nervio afectado, sino que solamente “se modula” para intentar reducir el dolor que produce en el paciente.

En otras dolencias se trata de un procedimiento habitual para intentar evitar la cirugía. Algo así como la última opción en el caso de que las molestias y el dolor no mejoren.

Pero como ha dicho nuestro especialista, Ian Macveigh, no se conoce que nadie haya utilizado esta técnica para una dolencia como la de Rafa, aunque el hecho de que su equipo la recomiende hace concebir muchas esperanzas.

Porque lo que está claro es que Rafa no está dispuesto a seguir compitiendo con el pie anestesiado, pero tampoco considera como una posibilidad enfrentarse ahora a una operación que le supondría retirarse del deporte profesional durante al menos seis meses.

Como él mismo explica:

“Eso lo tendría que hablar conmigo mismo, con calma, porque sería una decisión de vida, de saber si compensa estar medio año parado sin seguridad de nada. Tendría que entender mejor las cosas para tomar esa decisión que ahora no estoy preparado para tomar. La vida es más importante que otro título. Mi carrera ha sido mi prioridad toda mi vida, pero no está por encima de mi felicidad. Si sigo siendo feliz, seguiré jugando a tenis, y si no, haré otra cosa”.