Eso de que somos lo que comemos no se queda en una mera frase hecha. Nuestra alimentación influye directamente en nuestro estado de salud y, para que negarlo, también en nuestro aspecto. Por ello, tratamos de buscar el régimen más adecuado para permanecer saludables y mantener la línea, perdiendo cuando así lo consideremos esos kilos de más.

La dieta mediterránea o la dieta atlántica han sido y continúan siendo extraordinarios patrones de alimentación, pero ahora la tendencia apunta también hacia la dieta de Estocolmo, tanto así que la Organización Mundial de la Salud (OMS) apunta hacia los beneficios de la nueva dieta nórdica para reducir el riesgo de enfermedades asociadas al sobrepeso.

Pero, ¿en que consiste exactamente la dieta Estocolmo? Se trata de un modelo de alimentación que prioriza frutas, hortalizas de raíz, cereales integrales, legumbres, pescados grasos como el salmón, frutos secos o carnes magras.

Un buen primer paso para hacer esta dieta es comer más verduras enteras y bayas orgánicas, eliminar los carbohidratos refinados y los alimentos procesados; y elegir las fuentes de proteínas animales de la más alta calidad.

Para continuar es importante procurar cocinarlo todo en casa - si se come pan, hacer nuestro propio pan-. Después podría optarse por eliminar los productos importados y sustituirlos por productos locales.

El siguiente paso iría en la dirección de consumir todo fresco. De esta manera se evitarán los ultraprocesados, los conservantes, se impulsará la agricultura local y la alimentación se tornará sana, ligera, natural y sostenible.