Cuidar la alimentación durante las vacaciones es una tarea complicada. El descanso suele traer acarreado algún que otro exceso y solemos olvidarnos de mantener una alimentación saludable. Pero disfrutar de una buena comida sin miedo a subir unos kilitos de más no están reñidos.

La clave para conseguir disfrutar de unas vacaciones sin remordimientos puede estar en el mindful eating o la alimentación consciente. Esta práctica consistente en comer con intención, pero también con atención, escuchando nuestro cuerpo. Si comprendemos por qué comemos cada alimento y por qué nuestro cuerpo nos pide una cosa distinta en cada momento, nuestra alimentación se hará mucho más placentera.

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  1.  Reflexiona para poder distinguir el hambre real del capricho. Si a determinada hora te apetece una manzana, es que tienes hambre de verdad, pero si quieres comer dulce compulsivamente, es que se trata de un antojo del que tienes que huir.
  2. Procura que tu comida esté bien presentada para que tengas ganas de comer.
  3. Intenta consumir productos de temporada y deja a un lado los procesados. En verano, apuesta por una dieta rica en frutasverduras, legumbresquesos o pescado fresco.
  4. Conoce la procedencia de los ingredientes.
  5. Encuentra una conexión con los alimentos.
  6. Piensa si el alimento que estas tomando aporta algún valor nutricional.
  7. No siempre es necesario comerse todo lo que hay en el plato
  8. Mastica despacio e identifica los sentimientos que florecen en el proceso.