Si vives en el rural gallego tienes más riesgo de contraer esta enfermedad de difícil diagnóstico: están aumentando los casos

Sus síntomas provocan que se confunda a menudo con otras patologías

Mujer trabajando en el campo.

Mujer trabajando en el campo. / Santos Álvarez

Una de las enfermedades que presenta más complicaciones a la hora de ser diagnosticada es la enfermedad de Lyme. De hecho, se le conoce popularmente como «la gran imitadora».

El motivo es que sus síntomas se confunden fácilmente con los de otras dolencias. «Muchos pacientes reciben diagnósticos de síndrome de fatiga crónica, fibromialgia o esclerosis múltiple sin que los tratamientos lleguen a ser eficaces», afirman desde la Fundación SOS Lyme.

¿Pero qué es la enfermedad de Lyme? La medicina define esta patología como «una zoonosis producida por bacterias del género Borrelia», siendo su principal transmisora la garrapata. Con todo, otros insectos como mosquitos, pulgas o chinches también pueden transmistirla.

Vivir en el rural aumenta el riesgo

La Fundación SOS Lyme analizó un centenar de estudios científicos sobre la enfermedad y concluyó que vivir en una zona rural aumenta el riesgo de contraerla hasta un 36%. De hecho, vivir en el norte de España (Galicia incluida) se considera también un factor de riesgo. De hecho, en Galicia, según los datos de la Xunta, la incidencia se ha duplicado en ocho años.

Otros factores que intervienen en la enfermedad es realizar actividades al aire libre, como la acampada o la pesca, así como dedicarse al sector ganadero o convivir con mascotas.

Desde la fundación concretan que «es importante tener en cuenta que la mayoría de las personas mordidas por una garrapata no desarrollan la enfermedad de Lyme u otras enfermedades transmitidas por garrapatas porque no todas están infectadas».

«Dependiendo del tipo de garrapata, transmiten patógenos desde la primera hora después de la picadura, pero cuanto más tiempo permanezcan enganchadas, mayor será el riesgo de transmisión», indican. Por eso crucial hacer un seguimiento de al menos un mes de la zona de la picadura para ver si sale erupción cutánea.

Entre sus síntomas están el dolor de cabeza, dolores articulares y musculares, erupción cutánea, fatiga, fiebre, dificultad de coordinación, parálisis facial, latidos irregulares del corazón y pérdida de audición. Si no se aplican medidas de contención temprana, puede derivar en un Lyme crónico y grave, que puede causar incluso la muerte. 

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